Málaga

Piden 57 años de pena por matar a su padre e intentarlo con su madre y tres sobrinos

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 15 al 16 de julio en un domicilio familiar en Málaga capital

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  • Ciudad de la Justicia de Málaga. -
  • La acusada padece un trastorno depresivo que le ha originado distorsiones cognitivas en la apreciación de la realidad
  • El fiscal destaca que la madre y los tres sobrinos hubieran muerto pero gracias a que uno de los menores se despertó no ocurrió
  • A su padre le propinó varios golpeos y lo pisoteó; apuñaló por la espalda a su madre y provocó una fuga de gas para acabar con la vida del resto

Una mujer se enfrenta a una petición fiscal global de 57 años de prisión por presuntamente asesinar a su padre a golpes e intentarlo también con su madre y tres sobrinos mientras dormían en el domicilio familiar en Málaga capital.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 15 al 16 de julio de 2019 cuando la acusada estaba en el domicilio de sus padres junto a éstos y tres sobrinos menores, según el escrito acusatorio del ministerio público, al que ha tenido acceso Efe.

En hora no determinada pero anterior a las 4.00 horas, la acusada "movida por el inequívoco ánimo de acabar con la vida de su padre", se dirigió a la habitación donde estaba su progenitor somnoliento viendo el televisor y le propinó varios golpes y, cuando cayó al suelo lo pisoteó.

De igual modo, se dirigió a su madre cuando estaba dormida en otra habitación y con un cuchillo de cocina le apuñaló por la espalda y la golpeó con un rodillo de amasar de madera en la cabeza.

El padre falleció a los pocos minutos por los golpes sufridos en la cabeza y la mujer se quedó inconsciente, momento en que la acusada aprovechó para intentar acabar con la vida de todos.

La mujer cogió una bombona de butano que se encontraba en la cocina y la llevó hasta el salón, lugar donde dormían los menores y tras cortar la manguera para provocar una fuga de gas abandonó el domicilio.

El fiscal destaca que la madre y los tres sobrinos hubieran muerto, pero gracias a que uno de los menores se despertó no ocurrió, ya que alertó a la abuela y abandonó el domicilio para pedir ayuda.

La acusada padece un trastorno depresivo que le ha originado distorsiones cognitivas en la apreciación de la realidad que modifica sus capacidades cognitivas y volitivas disminuyendo de forma moderada su imputabilidad.

La acusación pública considera que la mujer ha incurrido en la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de anomalía o alteración psíquica.

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