Son demasiados lustros de mirar al río de Málaga y notar que algo falla, y sentir, que una zona que podía ser natural y elegante, foco de atracción del turismo, es una herida abierta que no se cierra, una arteria marcada por el hormigón y la dejadez, por la falta de resolución y la basura.
Para dar solución al tramo urbano encementado del Guadalmedina Ecologistas en Acción de Málaga prepara una propuesta cuya clave es la renaturalización del río, la recuperación a base de espacio vegetal.
Santiago Martín Barajas, de Ecologistas en Acción y uno de los artífices de la propuesta en elaboración lo deja claro en declaraciones a Viva Málaga: “Es viable en el Guadalmedina entre cosas porque tiene un cauce muy amplio que da mucho juego”, aunque aclara que “tenemos que resolver algunos problemas referentes al tema de caudales, estudiar el funcionamiento del Embalse del Limonero y una serie de cuestiones”, para una conclusión clara: “Hay que eliminar sobre todo el hormigón que hay en el suelo, las paredes no se tocan, pero si el del suelo, con esas fuentes que nadie se acuerda de haberlas visto funcionar...”
¿Qué se gana con esta transformación en verde? Martín asegura que “el interés de renaturalizar un rio es medioambiental y también social”, de manera que “si mejoras la calidad del aspecto y la calidad ambiental del Guadalmedina” ofrece más calidad a la ciudadanía. por eso, invita a imaginar a las miles de personas que atraviesan sus partes a diario en el último tramo, que divide la ciudad en dos, transitando por un espacio natural, sin hormigón, donde crezca la vegetación autóctona (que habría que replantar), y en el que abunden las especies animales. A ello añade el representante de Ecologistas en Acción el impacto que tiene también en una ciudad tan turística como la capital malagueña, que ha visto crecer además grandes hoteles en las dos orillas, y los que están por venir. Martín y el resto de implicados están ultimando la propuesta que estará para ser presentada a finales de octubre y que trasladarán al alcalde y a los grupos municipales de la oposición y que consideran que es muy factible para realizar, porque no supone una gran inversión.
Volvería la naturaleza metiendo vegetación de especies autóctonas y la fauna vendría sola como ha ocurrido en el caso del Manzanares, como pone en valor Martín: “El resultado ha sido espectacular, en poco tiempo la renaturalización ha mejorado su calidad natural, con bosques de ribera consolidado y la reacción del río ha sido magnífico y ha mejorado la calida de vida , además de 86 especies de aves contabilizadas hay nutrias en el centro de la ciudad”.
Descartado el embovedado
Ecologistas no ve viable la opción de embovedar el río Guadalmedina en el tramo urbano por el riesgo que entraña en caso de avenidas que pueden provocar unas inundaciones trágicas. Su apuesta es recuperarlo como Madrid, Burgos o León...
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