Aplazado para el 14 de octubre el juicio contra Elisa Mandillo por su participación en una protesta en la que se paseó por las calles de Málaga en 2013, a modo de procesión, una vagina de plástico a la que se denominó 'Santo Chumino Rebelde'. La vista estaba programada para hoy 4 de octubre a las 10:00 horas, pero ante la ausencia de un testigo policial, cuya falta se debe a motivos de trabajo, se ha decretado la suspensión y se ha fechado un nuevo encuentro para el 14 de octubre.
La acusada ha sido arropada por varias personas, que se han concentrado en la Ciudad de la Justicia en muestra de apoyo. Además, han portado una reproducción gigante de una vagina y han proferido lemas y cánticos en favor de la procesión que se hizo en su día.
El titular del Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga ha tomado por una "cuestión garantista", ya que dicho agente es el que realizó el atestado policial y que debe ratificarlo en sala, como ha solicitado el fiscal y la acusación particular.
Los hechos se produjeron el 8 de marzo de 2013, con motivo del Día Internacional de la Mujer, pero no es hasta el 2014 cuando se presenta la denuncia por la asociación de Abogados Cristianos, a raíz de una manifestación de características similares llevada a cabo en Sevilla. "Tras lo de Sevilla entiendo que buscan en redes y ven las acción del 8M en Málaga", ha dicho Amanda Romero, abogada de Elisa Mandillo, indicando que se dicho colectivo presentó una querella conjunta en Madrid, a pesar de que la ‘procesión’ había transcurrido en dos ciudades andaluzas.
"Madrid remite el caso a Málaga y en Málaga remiten la causa a Sevilla, en lo que respecta a la manifestación de allí", ha recordado, añadiendo que el proceso en Málaga se archiva porque "no hay ninguna personas identificada".
Asimismo, es en 2016 cuando se reabren diligencias en la capital de la Costa del Sol, ha asegurado Romero, ya que se identifica a Mandillo tras la realización de un informe policial: "Elisa declara ante el juzgado por los hechos en abril de 2016".
"En 2017 se dicta auto de apertura de juicio oral y no es hasta finales de 2019 cuando se señala la vista del 4 de marzo", ha señalado la defensa, afirmando que este nuevo aplazamiento para octubre supone un "perjuicio" para Elisa, ya que "es alargar una pena de banquillo que es injusta".
La defensa pide la absolución de la acusada al considerar que "se lleva a cabo en el ejercicio de la libertad de expresión". "Debe ser objeto de tutela la libertad religiosa, no los sentimientos íntimos que vienen asociaciones a esa libertad", ha matizado Romero.
"Llama la atención que ninguna organización religiosa, ni siquiera la propia Iglesia, haya intervenido ni manifestado ninguna protesta en este sentido", ha justificado la letrada, alegando que "entendemos que se debe a que han sabido comprender, más allá de que les pueda resultar incómodo o molesto, que se hace en ejercicio de la libertad de expresión y en el contexto además de una manifestación por el 8M".
Auxi, portavoz improvisada del movimiento feminista de Málaga, ha querido dejar claro que "se está juzgando la libertad de expresión y por hacer una performance, que se lleva haciendo en diversos lugares del mundo".
Por último, ha hecho hincapié en que "las primeras manifestaciones se hacen cuando se estaba proponiendo en el Parlamento la reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo y por ese momento se hicieron muchísimas manifestaciones en toda España, poniendo en tela de juicio ese retroceso en materia de derechos sexuales y reproductivos".
Las otras partes
La Fiscalía pide que la procesada sea condenada a pagar una multa de 3.000 euros por un delito contra los sentimientos religiosos, según el escrito acusatorio.
La acusación particular, ejercida por la asociación de Abogados Cristianos, solicita 12 meses de prisión y multa, por provocación a la discriminación, al odio y a la violencia y por un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos.
La procesión había sido convocada por quienes se hacían llamar "hermandad del coño insumiso" y, según el fiscal, "pretendían hacer mofa de los símbolos y dogmas más sagrados para quienes profesan la religión católica.
Además, la estructura estaba acompañada de todos los ornamentos que usualmente distinguen a la Virgen en las procesiones de Semana Santa, como flores, velas y manto y las portadoras iban con capirotes, túnicas y mantillas.
El fiscal señala que durante el recorrido, la acusada, y sus acompañantes profirieron con un megáfono a lo largo del recorrido proclamas que atacaban "las verdades inmutables que constituyen la base de la fe católica".
Durante la procesión, la procesada portó el trono y también empuñó el megáfono para difundir las proclamas del grupo, siempre según la versión provisional del fiscal. La procesión, además de recorrer calles, fue grabada en vídeo y difundido en diversas páginas web.
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