El Valencia se ha empeñado en los últimos partidos del presente curso futbolístico en contradecir la cita atribuida a Miguel de Cervantes de 'segundas partes nunca fueron buenas', que en muchas ocasiones pone en duda la efectividad de retomar alguna acción anterior y que tenga un mejor resultado.
La victoria por 2-0 conseguida este sábado ante el Granada en Liga volvió a seguir el guión que ha protagonizado el conjunto valencianista en los últimos cuatro partidos oficiales, con una pobre puesta en escena que da paso a una revolución de goles y rendimiento en la segunda parte.
Además, se da la circunstancia de que esta serie de partidos se ha producido en apenas diez días y combinando Liga y Liga de Campeones, en las que se ha enfrentado a Sevilla (1-1), Espanyol (1-2), Lille francés (4-1) y Granada por orden cronológico del 10 de octubre al 9 de noviembre.
Ante el Granada, tras llegar al descanso con empate sin goles, el Valencia logró marcar dos goles en la continuación y vio como le eran anulados otros dos por fuera de juego tras incrementar notablemente sus prestaciones con respecto al primer tiempo.
Esta mejoría tras el paso por los vestuarios se ha convertido en un hábito en los partidos más recientes del equipo de Mestalla hasta el punto que en los últimos cuatro partidos ha sido incapaz de batir la portería contraria en los primeros 45 minutos y ha logrado hasta nueve goles al retomarse el encuentro.
Es más, en los tres partidos anteriores al del Granada el Valencia se retiró al descanso con desventaja en el marcador y en dos de ellos logró remontar en la segunda mitad y en el otro evitar la derrota con un empate.
El primer partido de esta serie en la que el Valencia solventó, en parte, en el segundo tiempo los problemas en los que se había metido en el primero fue ante el Sevilla en Mestalla, ya que después de que el conjunto hispalense se adelantase en el añadido del primer tiempo logró igualar el marcador a diez minutos del final con un gol de Sobrino.
Tres días después, el Valencia volvía a protagonizar una primera parte para olvidar en el estadio del Espanyol en una nueva jornada de Liga en la que después de llegar al descanso con desventaja en el marcador por 1-0 respondió en el segundo tiempo con una remontada protagonizada por los goles de Dani Parejo y el uruguayo Maxi Gómez.
En este periodo, la reacción más efectiva se produjo el pasado martes en el duelo de Liga de Campeones ante el Lille, en el que una vez más el conjunto valencianista cerraba el primer tiempo con 0-1 en contra y unas pobres sensaciones de juego que poco hacían presagiar el 4-1 con el que resolvería el partido.
Tras empatar Parejo de penalti en el minuto 65 ante los franceses, un arreón final en los diez últimos minutos permitió al equipo de Albert Celades golear a su rival y mantener opciones de clasificarse para la siguiente ronda en las dos últimas jornadas.
Así, si en el mundo del cine casi siempre que hay una secuela de una película también se suele recurrir a la frase de 'segundas partes nunca fueron buenas', al ser reticentes a que pueda igualar la calidad de la original , en el caso del Valencia y sus partidos más recientes sucede todo lo contrario, al mejorar con nota la versión de juego y, especialmente el resultado, en las segundas partes con respecto a la primera.
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