El VI Encuentro Nacional de Seguridad y Salud Laboral en la Construcción reunió ayer a un grupo de expertos en la materia con un objetivo común: reducir a cero la siniestralidad. El punto de encuentro fue la Escuela de Ingenierías industriales de la universidad de Málaga.
Este acto ha sido posible gracias a la organización de la Fundación Sando y de la Cátedra de Prevención y Responsabilidad Social Corporativa.
Durante el año 2018, el número de accidentes laborales con baja, solo atendiendo al desplazamiento desde el domicilio hasta el lugar de trabajo y viceversa, fue de 84.511. En el cómputo global se registraron 617.488, un aumento del 3.5 por ciento con respecto al año anterior.
Ante ello, Esther Sánchez Manzano, directora general de Fundación Sando, ha hecho hincapié en la necesidad de “combatir” esta situación con “recursos, formación, educación, medios e inversión”.
Por su parte, Luis Sánchez Manzano, vicepresidente y consejero delegado de Sando ha asegurado que “la mayor parte de los accidentes laborales se producen por descuidos”, explicando que los recursos económicos y la innovación son claves.
Muestra de ello es la apuesta desde la constructora por un sistema informático, que controla el acceso a las obras y si estas personas cuentan con la formación y documentación necesaria para el desempeño de su labor. “Un ejemplo de controlar para prevenir y exigir protocolos de actuación que minimicen el riesgo en el desempeño laboral”, ha indicado el vicepresidente. En el encuentro se ha tratado el tema de la seguridad vial laboral en la construcción, de la tecnología como medio de prevención en el sector y los aspectos psicosociales.
También se ha resaltado la correlación negativa entre la temporalidad y la salud en el trabajo: “Los riesgos psicosociales, el estrés laboral y la carga mental, que están incidiendo en la salud con un correlato muchas veces físico”, ha señalado Carmen Castilla, secretaria de UGT Andalucía.
Por último, los ponentes han dado la enhorabuena a los galardonados por su trabajo en seguridad y salud laboral, José Antonio Plaza y Rafael González de la empresa Isidoro González É Hijos. Además de poner como ejemplo a Sando, por apostar por la prevención e impulsar a otras empresas a luchar por erradicar los accidentes laborales.
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