Un total de 56 artistas bucean en la nostalgia de aquel verano de la infancia o la adolescencia, con la inspiración común del mítico helado "Drácula", en una exposición que se inaugura este jueves en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga.
La muestra es el resultado de la colección reunida en los últimos dos años por el artista gaditano Juan Miguel Quiñones gracias al intercambio de obras con otros creadores que han interpretado libremente su pieza "Drácula", una recreación en mármol de dicho helado que al mismo tiempo alude al personaje literario del mismo nombre.
"Suelo trabajar con recuerdos de mi infancia, el helado era un recuerdo muy fuerte para mí y, cuando lo expuse, descubrí que no era un recuerdo solo propio, sino común. Todo el mundo decía que sentía lo mismo que yo, y al final es un icono de nuestra sociedad con el que todos se sienten identificados", ha afirmado Quiñones en la presentación.
El helado remite "a ese verano de la infancia con la familia", según Quiñones, que comenzó su colección cuando otro artista, Santiago Ydáñez, le propuso un trueque de obras y después lo continuó con otros autores, y asegura que "esto se va a seguir ampliando".
Por su parte, el comisario de la exposición, Iván de la Torre, ha explicado que Quiñones trabaja, dentro de su serie "Añoro", con un conjunto de elementos "que formaron parte de la vida de varias generaciones consecutivas de españoles".
"Uno de ellos fue ese helado que se inventó en 1977 y que transformó los modos, las maneras y la estética de lo que era un helado, porque previamente solo existía el corte de helado, que también estaba rico, pero era un poco más aburrido", ha añadido el comisario.
Ha recordado la figura de Juan Viñallonga, creador del "Drácula" y que "entre 1977 y 1986 también inventó otros helados como el Frigodedo o el Frigopie, que marcaron la infancia y la adolescencia de toda una generación".
También en 1977 se creó otro elemento icónico como la revista "Súper Pop", según De la Torre, que ha apuntado que en esa segunda mitad de los años 70 en España hay "unos cambios socioculturales muy importantes, y el helado identifica toda esa suerte de cambios que se estaban produciendo en la sociedad, la cultura y la política".
El comisario ha señalado que la colección de Quiñones surge "de un mecanismo muy antiguo, porque a partir del inicio del sistema mercantil en el mundo del arte, desde el siglo XIX, el intercambio de obras entre artistas se hace más frecuente, porque no pueden acceder a comprar obras en el mercado, pero sí pueden intercambiarlas".
Estos trueques "no han tenido casi nunca visibilidad en las exposiciones ni en la historiografía", según el comisario, que cree que los historiadores del arte deberían investigar qué obras hay en las colecciones particulares de los creadores para conocer "sus relaciones con otros artistas o sus intereses plásticos más allá de su trabajo"
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