La Fiscalía de Málaga considera que el acusado de asesinar a su pareja en Alhaurín de la Torre (Málaga) en el 2009 es "un mentiroso compulsivo", que niega hasta la relación sentimental que tuvieron pese a la "multitud de testigos" que dicen lo contrario.
Las acusaciones han mantenido este miércoles sus conclusiones y han pedido que el encausado sea condenado a veinticuatro años de prisión por un delito de asesinato, mientras que su defensa pide la libre absolución.
"Miente más que habla", ha lamentado la fiscal, que ha destacado que la mujer fue asesinada con alevosía, ensañamiento y sin ninguna posibilidad de defensa, según se desprende de la declaración de los forenses que han testificado en el juicio popular.
Las acusaciones particulares han mantenido la misma teoría que el ministerio público de que el acusado miente en todo y han subrayado las numerosas contradicciones del mismo.
Los letrados han asegurado que el procesado ha querido negar la relación sentimental para intentar que le cayera menos pena de prisión si fuese condenado pero que no le ha salido bien porque "multitud de testigos" han confirmado la relación.
Han recordado que otras parejas que tuvo el acusado y han declarado en la vista oral lo han calificado de "misógino", que llegaron a temer por sus vidas mientras estuvieron con él y que no olvidan su mirada, "estamos ante un crimen pasional", ha apostillado el letrado, que representa a la hija de la víctima.
Durante el juicio, el acusado ha asegurado que solo era amigo de la víctima aunque habían mantenido relaciones sexuales en dos ocasiones.
La fiscalía mantiene que el acusado discutió con su pareja el 12 de marzo de 2009 cuando ambos estaban solos en la vivienda de la fallecida y, en un determinado momento, se puso violento y la mujer huyó de la casa, sin ropa interior y corrió hasta un aparcamiento cercano para pedir ayuda.
Según las acusaciones, el procesado le dio alcance, la agarró y la arrastró hasta un lugar apartado y allí acabó con su vida con un palo de madera, que llegó a romper por la fuerza ejercida, según la fiscal, "de forma alevosa y con ensañamiento por los numerosos golpes".
La mujer sufrió traumatismo craneoenfálico además de fracturas en el cráneo y en una costilla y el presunto autor supuestamente la dejó tapada con un plástico en una zona apartada del aparcamiento, lugar donde fue encontrada 26 días más tarde, porque no conseguían localizarla pese a la búsqueda.
Nueve años más tarde del crimen y gracias a una gargantilla que la víctima siempre llevaba puesta pudieron detener al acusado aunque él insiste en que no tuvo nada que ver con su crimen y que nunca discutieron.
Ha insistido en que sólo eran amigos y que solo iba a su casa cuando ella lo llamaba.
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