17 de las 44 depuradoras de Málaga “no cumplen la normativa”

Publicado: 12/09/2019
Según Ecologistas en Acción el 61 por ciento de las instalaciones se adecuan a lo establecido
La provincia de Málaga cuenta con 44 depuradoras en los municipios de más de 2.000 habitantes, de las cuales 17 no cumplen la normativa, según ha alertado Ecologistas en Acción en su última investigación “Saneamiento y depuración en Andalucía: Estudio de las muestras analíticas del año 2018 y evolución desde 2013”.

Del mismo modo, ponen especialmente la voz de alarma en Nerja, Coín, Estepona, Alhaurín el Grande y la capital donde se producen “vertidos de aguas residuales” en playas y arroyos, han asegurado. Además, la presidente del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía, GENA-Ecologistas en Acción, Rafael Yus, ha matizado que “hay depuradoras que eventualmente tienen problemas de algún tipo y hace que los resultados analíticos no sean los legalmente establecidos, eso ha ocurrido periódicamente en casi todas las depuradoras”.

Poniendo de ejemplo la EDAR que “tiene Torrox en El Morche, donde ha ocurrido más de una vez, en Algarrobo, en el Rincón de la Victoria”; tres municipios que cumplen la normativa, según los datos de la Junta recogidos por Ecologistas en Acción.

Al igual ocurre en playas de la ciudad de Málaga como la de la Misericordia y La Malagueta, donde “el 45 por ciento de los colectores de aguas pluviales y fecales no tiene separación y cuanto hay fuertes lluvias, éstos se ven desbordados y acaban, entre otros sitios, en las salidas pluviales de las playas”, indica el informe.

Así, el Coordinador del Área de Agua de Ecologistas en Acción Andalucía, Antonio Amarillo, ha ratificado que “analizamos las analíticas oficiales que realiza la Junta de Andalucía y, según esas analíticas, la depuradora cumple la normativa; pero no quiere decir que no haya problemas de vertidos puntuales o vertidos cuando ocurren fenómenos de estacionalidad, como puede ser Semana Santa o vacaciones de verano”.

Asimismo, Amarillo ha agregado que “puede ocurrir en muchos sitios, sobre todo en poblaciones del litoral, donde las infraestructuras no están preparadas para soportar la carga de habitantes que se suma en temporadas donde se acoge a más población”.

Por ello, las depuradoras de algunos municipios aparecen en el grupo de territorios que cumplen la normativa, como es el caso de Estepona, aunque sí estén realizando vertidos de aguas que dañan el medioambiente, han indicado desde Ecologistas. “Tanto en Hornacinos de Poniente como en la Playa de Monterroso y Calancha (Playa La Rada) llegan vertidos por aguas fecales que dejan al descubierto gran cantidad de toallitas higiénicas”, han descrito en el estudio.

Destaca el caso de Nerja donde hay “ausencia de tratamiento de las aguas residuales”, se recoge en el informe. En este municipio, la organización interpuso una denuncia a la Fiscalía General de Medio Ambiente en 2017, por la que el Seprona, a través de la “Operación Vastum” ha interrogado, en calidad de investigados, a 16 cargos o excargos públicos de Nerja y Coín por presuntos delitos contra el medio ambiente causados por vertidos de aguas sin depurar.

“El principal problema es que la depuradora de Nerja no funciona, porque está paralizada la obra, y actualmente mezcla las aguas pluviales con las aguas residuales, es decir, hay vertidos directos a las playas”, ha explicado Yus.

Las 17 depuradoras que no cumplen la normativa, según el estudio, son: la de Alcaucín, Alozaina, Antequera, Archidona, Ardales, Campillos, Canillas de Aceituno, Casabermeja, Casares, Cuevas de san Marcos, Frigiliana, Fuente la Pierda I y II, Humilladero, Teba, Villanueva de la Concepción y Yunquera.

Esto da lugar a que el 61 por ciento de las instalaciones de Málaga,  en los municipios de más de 2.000 habitantes, se adecuen a lo legalmente establecido.

El mal tratamiento de las aguas da lugar a la “muerte de la vida”

Los vertidos de aguas sin depurar a cauces o otras aguas pueden acarrear problemas graves, como es “matar la vida” que pueda haber en estos.

“Cuando el medio receptor no es capaz de autodepurarse, porque la carga contaminante supera la capacidad de autodepuración de los ríos, nos podemos encontrar con la presencia de exceso de nutrientes”, ha explicado Amarillo, añadiendo que “esto produce un desarrollo de algas en el medio”.

Estos organismos “limitan la capacidad de penetración de la luz, limitan la capacidad de oxígeno y al final nos podemos encontrar con cauces sin ningún tipo de oxígeno, llegando a matar la vida que pueda haber”, ha lamentado el coordinador.

También, ha continuado los sólidos en suspensión, parámetro utilizado en la calificación de la calidad del agua y en el tratamiento de aguas residuales, traen como consecuencia “un aumento de la turbidez del agua con un descenso de la penetración de la luz, lo que impide el desarrollo de la vida”, ha dicho, dando lugar a que “en el cauce solo pueda haber especies de floras que únicamente puedan adaptarse a condiciones extremas”.

En otros casos, ha informado Amarillo, que “si hay vertidos a cauces de municipios que no tiene depuradoras, esos vertidos, si son ingeridos por las personas, pueden dar lugar a gastroenteritis por la presencia de bacterias que hay en el agua”, ha concluido.

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