Un total de 46 agresiones sufrieron los profesionales sanitarios en la provincia de Málaga durante el primer semestre de 2019 entre amenazas, atentados, lesiones, injurias y coacciones, lo que se ha saldado con trece detenidos por esta causa, a pesar de que sólo cuatro de cada diez sanitarios que sufren agresiones denuncian los hechos.
Así, la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, antes de presidir la reunión de la Mesa sobre Agresiones al Personal Sanitario celebrada este lunes, señaló que si se consideran todas las conductas delictivas, seis de cada diez se denuncian y animó a hacerlo “ante cualquier situación de este tipo”.
De este modo, Gámez, junto con el delegado de Salud y Familias, Carlos Bautista, incidió en que “sin denuncia no hay posibilidad de condena”, añadiendo, además, que cuando hay una denuncia la mitad de los casos incluye a detenidos a los que condenan posteriormente los tribunales.
El pasado año se denunciaron en la provincia malagueña 96 delitos a profesionales sanitarios -79 en la demarcación de la Policía Nacional y 17 en la de la Guardia Civil-. En los primeros seis meses de este año ya van 46 y 13 detenidos, detalló Gámez, quien, no obstante, no supo precisar “si esto se debe a que hay más agresiones o más denuncias”.
“Las cifras hay que tratarlas con cuidado, el que tengamos más en este semestre no necesariamente es que haya más agresiones”, sostuvo, al tiempo que manifestó que sólo con una “ya me parece lamentable que quienes nos ayudan, nos curan, sean víctimas de amenazas y agresiones; es inadmisible”.
“Debemos concienciarnos como sociedad de que debemos recuperar el respeto al funcionario público y a todas las profesiones, pero más aún a los oficios que están dirigidos a ayudarnos y a socorrernos”, resaltó Gámez.
Tolerancia cero
Por ello, reiteró que hay que seguir “intensificando” el trabajo, aludiendo a la “tolerancia cero” en este sentido. “Vamos a ser muy serios, nada justificará nunca las agresiones, los atentados o los insultos a profesionales”, aseveró la subdelegada, quien también recordó que cualquier agresión se condenará.
“La sanción de estas conductas cada uno puede valorar si es alta o no pero lo primero es denunciar para que haya una condena”, reiteró. “La tarea nuestra es prevenir; después, proteger; y, por último, perseguir al delincuente”, explicó, destacando, asimismo, el “contacto fluido” que tienen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con los profesionales sanitarios.
Este tipo de delitos son más frecuentes cuando más grande es el centro sanitario y para luchar por evitarlos se ha producido el tercer encuentro de esta mesa con representantes de los colegios profesionales de Medicina y Enfermería, de los sindicatos de los profesionales de este sector y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
“Esta mesa persigue aunar esfuerzos, trasladar al sector un mensaje de unidad y coordinar medidas contra las posibles agresiones a estos profesionales”, recalcó María Gámez, que animó a los trabajadores del sector sanitario a denunciar las presuntas agresiones y a la ciudadanía, a implicarse para frenar estas conductas delictivas.
Por su parte, el delegado territorial de Salud y Familias en Málaga de la Junta de Andalucía, Carlos Bautista, destacó la necesidad de trabajar entre las instituciones “de manera coordinada” para que hacer “lo más adecuado” para proteger a los profesionales sanitarios, que ha asegurado que están pasando “un verano complicado”.
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