Málaga

Ecologistas tiñe de negro todo el litoral de Málaga capital

El colectivo conservacionista ve el modelo de Málaga capital “incompatible con la sostenibilidad del ecosistema marítimo”

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  • Escollera en un colector en la Playa del Arraijanal. -
  • Denuncian falta de protección, desarrollo urbanístico, depuración o inundabilidad, que ponen en riesgo el turismo
  • En el Puerto, dos grandes impactos por los cruceros y por el proyecto de un rascacielos en el muelle de Levante
  • Consideran que la calidad del aire se ve gravemente mermada por todos estos impactos

Ya no es cuestión de otorgar a tal o cual tramo del litoral de la capital malagueña la habitual bandera negra de Ecologistas en Acción, el colectivo ha alertado en esta ocasión del “mal estado” de las playas de Málaga en general, cada una con sus circunstancias. Así, según la asociación conservacionista en el entorno de la desembocadura del Río Guadalhorce comienzan los puntos negros del litoral malagueño ya que la propia playa de la desembocadura “no cuenta con protección alguna, a pesar de estar en el entorno inmediato del paraje natural”. Aseguran que en la margen izquierda cuenta con la depuradora municipal que “en demasiadas situaciones trabaja más allá de su capacidad”.

En cuanto a la playa de Guadalmar destacan que en la actualidad “casi no existe por la regresión del mar, siendo sustituida por espigones y rellenos ocasionales de arena para proteger el paseo marítimo, chiringuitos, hotel y urbanizaciones”. Las playas  de Arraijanal, Campo de Golf y Cizaña “pertenecen al mismo ecosistema costero con diferentes presiones urbanísticas y vertidos”. Se trata, dicen, de las únicas playas naturales que quedan en la actualidad en la ciudad de Málaga, con un rico ecosistema litoral y dunar con gran vulnerabilidad.

Playas del espacio urbano

Si entramos en el urbano encontramos “la mayor desnaturalización de la costa”. Así, Sacaba Beach “es un enclave totalmente urbanizado al margen izquierdo del río; las playas de la Misericordia, Huelin, San Andrés pierden arena todos los años, sufriendo un proceso de regresión continuo”. Por eso indican  que la presencia de entornos “muy urbanizados, gran densidad de chiringuitos y vertidos fecales cuando hay fuertes lluvias” hacen dudar al colectivo ecologista malagueño del emblema Q Turística.

En lo que se refiere al puerto de Málaga aseguran que soporta dos grandes impactos provocados por los cruceros y por el proyecto del hotel rascacielos en el muelle de Levante.

Además, aseguran que “las playas artificiales” del entorno de la Malagueta sufren pérdida de arena todos los años y cuentan con chiringuitos, fuerte presión urbanística, paseo marítimo y escolleras.

Sobre la de los Baños del Carmen destacan que cuenta con una pequeña población de Limonium malacitanum que se encuentra amenazada por la presión urbanística. Las playas de  Pedregalejo y El Palo “cuentan con  numerosos espigones  y un paseo marítimo con una fuerte presión urbanística”, además de un pequeño puerto deportivo al final de Málaga (El Candado).

Finalmente, señalan a la última zona del municipio en el entorno urbano de La Araña-Cementera de la que aseguran que debido a la regresión marina se han visto gravemente afectadas algunas de ellas, aunque cifran “el peligro mayor de la zona” en la Cementera que actualmente tiene función de Incineradora provocando “vertidos al mar y contaminación atmosférica que afecta a la población de Málaga y El Rincón de la Victoria”.

Una serie de consideraciones que según señalaron fuentes de Ecologistas en Acción de Málaga-Ciudad a Viva Málaga, obligan a cuidar el litoral  si se quiere seguir contando con su faceta volcada en el turismo. Desde Ecologistas en Acción aseguran que el actual negocio del turismo, “también se verá seriamente amenazado, desplazando sus preferencias geográficas a otros lugares.”

Un modelo que es insostenible

 Ecologistas en Acción concluye que “el modelo de ciudad actual es incompatible con la sostenibilidad del ecosistema marítimo”. El peligro no es  sólo “lo que vemos en la superficie” ya que “la calidad de nuestras aguas dista mucho de ser óptima afectando gravemente a la fauna y vegetación marítima” sino que “la calidad del aire se ve gravemente mermada por todos estos impactos perdiendo todos los beneficios de vivir en una ciudad costera”.

También citan “la grave amenaza latente y persistente que supone la crisis climática” pues los entornos litorales “son unos sistemas muy expuestos a las variaciones marítimas y continentales a lo largo del tiempo, por lo cual, se consideran uno de los entornos más frágiles a nivel mundial”, lo que supone que los diferentes escenarios litorales se vean “gravemente expuestos” por los cambios derivados de la crisis climática.  Desde Ecologistas en Acción Ciudad ponen el acento en la necesidad que todos los proyectos del litoral malagueño sean estudiados tanto por los diversos colectivos ciudadanos como por los investigadores de la Cátedra de Ciencias del Litoral de la Costa del Sol de la UMA.

Prototipo de destrucción

 Para Ecologistas “La ciudad de Málaga es el ejemplo de como el crecimiento urbano, el turismo sin control y una pésima gestión medioambiental han acabado o puesto en peligro un litoral único con una ocupación desde época prehistórica”.

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