Lo han colgado en su muro de Facebook integrantes del Club De Playa Termiko de Málaga: para que se conozca y se tome conciencia. El pasado miércoles un palista del citado club, Fernando Cerutti, mientras entrenaba a más de 100 metros de la playa se encontró “agonizando” a una “pobre gaviota” que tenía un anzuelo triple enganchado en la boca y el otro extremo de “la trampa mortal”, con otro anzuelo triple, “lo tenía enganchado en la pata”.
Salió con ella del agua y con la ayuda de otra persona (Sergio Perera), unos alicates, tijeras y “mucha sangre fría y calma”, consiguieron quitarle los anzuelos y dejarla de nuevo volar en libertad.
En el post de Termiko reflexionan. “Seguramente el dueño de ese anzuelo nunca se imaginaría lo peligroso que puede ser ese artilugio de pesca (macabro e inhumano) a la deriva en el mar... seguro que se le rompió el hilo de pescar y se quedó dentro del mar sin poder hacer nada...”
Ahora, han compartido esta historia, dicen, “para que cada cual saque sus conclusiones y soluciones”.
Lamentan además que “es una pena que cada día saquemos montones de plásticos y basuras del mar y de la playa”.
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