Unicaja ganó este miércoles al Rytas Vilnius por 95 a 76 en la sexta jornada de Eurocopa en el Martín Carpena. En las manos de Jaime Fernández cayó el primer balón y de las de Dragan Milosavljevic salió el primer lanzamiento de tres que subió al marcador.
Los lituanos, a pesar de los gritos de ánimos que se escapaban en un apagado infierno verde, empezaron fríos, con pérdidas poco forzadas. Pronto comenzó Giorgi Shermadini a sacar petróleo en forma de faltas personales recibidas bajo el aro rival, sumando desde la línea de tiro libre.
Difícil detener al gigante verde. Dos triples consecutivos de los visitantes, por medio de Mindaugas Girdziunas y de un acertadísimo Dennis Seeley, ajustaron el luminoso hasta ponerse por delante. No fallaba Rytas Vilnius en sus ataques; mientras que, en la ofensiva cajista, solo sumaba Shermadini.
El acierto desde la línea de 6,75 le hacía ir ganando al combinado lituano mediado el cuarto por 9 a 16. Kyle Wiltjer, con un triple, recortó distancias y Mathias Lessort sumó en cuanto pisó el parqué; al igual que Carlos Suárez, quien asistió al pívot francés para que éste machacara. Aunque la máquina lituana seguía entonada y anotaba tras bonitas combinaciones colectivas aprovechando los espacios.
Adam Waczynski aportó en ataque con una jugaba rocambolesca pero efectiva, tras lanzar una bomba a tablero. Aistis Pilauskas y Lessort intercambiaron canastas para cerrar el primer periodo con empate a 21. Pilauskas inicio el segundo cuarto como había firmado el anterior. Brian Roberts, con un gran gesto técnico, sumó para Unicaja.
El Vilnius anotaba con facilidad ante una defensa cajista algo estática. Tres puntos desde la línea de 4,60 se añadieron al luminoso cajista gracias al capitán de un conjunto cajista que volvía a ir por detrás en el marcador. A remolque todo costaba mucho más, incluidos los aplausos del Carpena.
Con un parcial de 0-10 los lituanos se alejaron en el luminoso (29-40, min 15). Despertaron los cajistas con una defensa con mordiente coronada con dos triples consecutivos de Wiltjer que dieron oxígeno a los jugadores de Luis Casimiro. Shermadini hizo su trabajo e intentaba arañar puntos bajo el aro.
Siguieron enviándolo a la línea de tiros libres, donde no falló. Tampoco lo hicieron los lituanos, que se fueron al descanso por delante en el marcador. Importantes para aguantar en el partido fueron los rebotes de Lessort en las últimas jugadas y una canasta de Fernández cerró la primera parte con un resultado de 43-48.
Con un triple de Sasu Salin arrancó la segunda parte en el Carpena, continuó desde la misma distancia Fernández con un triple que puso por delante a los cajistas (49-48). Milosavljevic aumentó la distancia para su equipo. Un mate de Lessort tras una gran jugada de equipo levantó a la afición y las banderas ondearon en la grada.
La máquina cajista empezó a engrasarse desde la defensa para dar la puntilla en ataque y cerró un cuarto muy completo con 71-55. Los últimos diez minutos siguieron con la tónica positiva y la melodía local sonó armónica dentro y fuera del parqué. Unicaja divertía y se divertía. Pablo Sánchez tampoco se perdió la fiesta.
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