Se habla menos de ella que de la más conocida y popularizada astenia primaveral, pero en equinoccio de otoño, este trastorno psíquico de indudables consecuencias fisiológicas, también asalta a los malagueños.
Así, según revela un estudio de Vithas casi el 20 por ciento de la población padece astenia otoñal, situación que afecta además en mayor medida a las mujeres, más propensas a sufrirlo.
La llegada de la estación de las lluvias, los tonos ocres y la caída de las hojas, tan cantada desde la melancolía por los poetas, tiene también un revés, una cara B poco conocida y es que los cambios en las temperaturas y la reducción de las horas del sol del equinoccio no sienta del todo bien al organismo humano. Según destacan desde Vithas, estas mutaciones alteran los biorritmos del organismo y el ciclo de vigilia/sueño, algo que en determinadas ocasiones incide negativamente en el estado de ánimo. A todo esto, “si se le suman por añadidura la vuelta al trabajo, las rutinas diarias o el menor contacto con familias y amigos no es de extrañar que casi el 20 por ciento de la población sufra en estas fechas lo que se conoce como astenia otoñal”, aseguran desde el hospital malagueño, desde el que inciden en que se trata de un trastorno caracterizado por síntomas como la apatía, tristeza, mal humor, cansancio y falta de sueño, entre otros.
Según la doctora Vanessa Tejón, psicóloga del Hospital Vithas Sanitas Internacional, “la astenia otoñal es un trastorno que se produce debido a una mala adaptación al cambio de estación, que se caracteriza por una falta de ánimo y de interés general por todo”. Afecta, por otro parte, principalmente a las mujeres, ya que se suma a factores presentes en ella que “ya de por sí producen cansancio”, como la conciliación de la vida laboral y familiar o la bajada de estrógenos en la menopausia.
Según Tejón, estamos ante una situación temporal que desaparece al cabo de unos días, normalmente en cinco o seis, y cómo máximo no más de 15, aunque en el caso de que se supere esa barrera temporal y no se esfumen, o vayan acompañados de otros síntomas más serios, como fiebre, pérdida de peso o insuficiencia respiratoria, hay que acudir de inmediato al médico.
Por otro lado, hay salida, si se siguen unos consejos básicos como son dormir lo necesario, sobre unas ocho horas al día, adaptarse a las horas de luz solar, mantenerse bien hidratados, seguir una dieta equilibrada, aprovechar todo lo posible las horas de luz solar, realizar de forma regular ejercicio físico y/o deporte y llevar a cabo alguna actividad que nos guste, nos relaje, nos estimule y nos haga sentir bien dedicándole un rato al día.
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