El Málaga CF empató ante el Deportivo de La Coruña 1-1 en el Estadio de Riazor en la octava jornada liguera en Segunda División, donde sigue líder de la tabla. El pitido inicial inyectó intensidad a los jugadores malaguistas que, por medio de un disparo de Adrián, probaban los reflejos de Dani Giménez.
Los dos nos quedamos con el sabor de boca de que podíamos haberlo ganadoPero jugaba en casa y Riazor apretaba. Así que los locales, en el minuto 11, estuvieron muy cerca de estrenar el luminoso por medio de Quique tras culminar una gran jugada de contraataque. Instantes más tardes, el mismo protagonista en ataque estampó el esférico en la defensa malagueña, sin suerte. El dominio pasó a ser del Deportivo. Llegaban tímidamente los visitantes, que no llegaban a combinar con claridad. La posesión del esférico era breve para los de Muñiz, que volvieron a comprobar como el peligro sobrevolaba su área con un centro de Carles Gil al que no llegó a rematar Carlos Fernández.
Los últimos diez minutos antes del descanso reflejaron la igualdad existente sobre el césped. La pelota, sin dueño, rodaba por el círculo central sin sensación de peligros para ninguno de los dos equipos. Al Málaga le duraba poco el balón en los pies mientras que el Deportivo lo intentaba con pases que quería sorprender a la línea defensiva pero que atajaba Munir. Tanto Juanpi como Harper vieron tarjeta amarilla en la primera parte.
Tras la reanudación llegó el gol del Málaga. Con ese punto de suerte que tienen los líderes, en un rechace de Dani Giménez a un disparo de Adrián tras saque de banda, N’Diaye chutó con fuerza y la pelota chocó en Pablo que la desvió al fondo de la red evitando el posible fuera de juego malagueño (0-1, minuto 53).
El gol espoleó a los gallegos que se volcaron sobre el área del Málaga, que cerró filas defensivas impidiendo que los locales encontraran huecos; pero el tanto del Deportivo llegó, precisamente en un desajuste defensivo. Remató Carlos Fernández en el 75 para poner las tablas en Riazor (1-1).
Cuatro minutos más tarde el colegiado mostró roja directa a Quique por juego peligroso al rematar de chilena y dar una patada en la cabeza a Luis Hernández. El partido se tensó, el público gritaba pero el marcador no volvió a moverse. Fueron instantes de dominio malaguista, cercaron el área gallega, sin suerte. Así, El Málaga CF se llevó un importante punto a casa desde uno de los campos más complicado de liga.
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