Si algo ha venido aconstatar el caso Cifuentes ha sido el dicho "en España todo el mundolleva un entrenador de fútbol y un presidente del gobierno dentro" Poco onada ha quedado por analizar sobre el asunto del master y las cremas, y todos yla mayoría han coincido en crucificar al personaje por inventar un cartón sinméritos académicos y por ser amiga de lo ajeno haciéndose con un par de tarrosde crema por y para la cara. Curiosamente la izquierda más a la izquierda, lamás instruida y políticamente organizada ha optado por romper una lanza enfavor de la lapidada por la crítica política y social, como avisando de quetodo el mundo tiene un pasado y no vaya a ser que también saquen el mío. Cuandolo más normal, como viene acostumbrando en otros temas, se uniesen al acoso y derribo poniendo como ejemplo el "legislar en caliente" en el caso dela abolición de la prisión permanente revisable, acusando a las víctimas devenganza. Y es que está más que claro que es más fácil la proximidad a caer enla tentación de tangar un par de recipientes de cosmética que saber lo que sesiente cuando te asesinan a un hijo. En el mismo sentido al partido al que pertenece Cifuentes quizás le haya faltado algo de estrategia y punch,faltándole el clásico contragolpe de manual al que se suele recurrir en estoscasos, y no quedando en un simple "dejadme sóla". Y es que, para estos temas, se debe emplear el símil de la tala del árbol, en el que trabajo, la escenificación y la organización de la contraprogramación de la crisis de reputación deben ser idénticos al de un grupo de trabajo que se afana por cortar el tronco con unaplanificación previa, constancia y una organización orquestada, hachazoscerteros a hachazos certeros, que de como resultado la caída del mismo. Organizacióny planificación que debe ir de la mano del responsable de la misión, en estecaso el asesor personal. Desde el punto de vista de la organización y lacomunicación política se ha echado de menos una respuesta bien trabajada parael caso del master, y otra meditada en el caso de las cremas. Sobre el masterla señora Cifuentes no tenía necesidad de realizar ninguna formacióncomplementaria y menos en una donde ella, por el rango público que ostentaba,pudiera dar más prestigio como profesora que como alumna, al tratarse de unmaster de derecho autonómico, además de ser funcionaria del Cuerpo TécnicoSuperior de la Universidad Complutense de Madrid. Para lo que cualquierjustificación en pro de la institución universitaria hubiese bastado en lugarde negar lo evidente. En el tema de las cremas, si fuese un problema deextorsión por un lado y personal por otro, no se entiende que no hubiese unaestrategia a modo de escudo y preparada a conciencia. Sea como fuere, el Partido Popular empieza a asumir que es carne de pacto u oposición para las próximas elecciones en ciertos ámbitos de representación pública. Y ya lima yafila uñas y dientes para cuando tenga que dominar el campo que otros se hanencargado de embarrar y lamentarán haberlo hecho cuando traten de defendersearrepintiéndose de no haber sabido marcar el límite de las reglas del juego.Que empiece el partido.
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