En la vida de toda persona hay días que marcan un antes y un después en el que cada detalle cuenta, tanto es así que en plena era digital se opta cada vez más por métodos tradicionales como la caligrafía artística escrita a mano para invitaciones de bodas o rotulación para eventos.
El arte de la caligrafía artesanal requiere una técnica depurada y muchas horas de trabajo, dedicación diaria que en "Escritas a mano" realiza Gema Martínez, creadora que ha explicado a Efe que focaliza en su trabajo "algo muy especial para los clientes con una letra bonita y más gestual" para eventos como bodas.
Martínez ha reconocido que en plena era digital "la caligrafía escrita a mano con distintas herramientas como plumillas y pinceles para hacer letras bonitas adquiere un papel muy importante", ya que las personas valoran este tipo de creaciones para "mostrar detalle y mimo en el día más importante de sus vidas, el día de su boda".
Su trabajo está enfocado en "realizar invitaciones de boda con caligrafía que se basa en los detalles como realizar el nombre de los invitados en los sobres para eventos, así como láminas", ha señalado Martínez.
Ha reconocido que este sector "aprecia este tipo de trabajos" ya que sus clientes saben que son labores realizadas "para un momento especial".
Los trabajos de caligrafía escritos a mano adquieren un significado más en los eventos nupciales, ya que con este tipo de detalles personalizados "de alguna forma es también demostrar que el invitado es importante, con algo tan personal como una letra bonita", ha indicado.
En las invitaciones de boda que realiza, "la caligrafía es más gestual ya que viene de la tradición itálica y se hace un poco más libre pero fijada a unas normas, pautas y forma de hacer" que sigue en el taller, en el que confecciona los encargos que le llegan de clientes de Barcelona, Valencia y Madrid.
Para esta creadora, su rutina diaria depende mucho del estado de ánimo, pues "lo que pide el cuerpo en cada momento se ve reflejado en la caligrafía, se nota mucho cómo estás", por lo que ha asegurado que "la caligrafía de letras más preciosistas para invitaciones es mejor realizarla por las tardes ya que la mano está más suelta y ese tipo de trazo sale mejor".
Esta rutina cambia cuando Martínez trabaja en su otra gran pasión, la caligrafía experimental, para la que guarda su mejor "energía" pues es "más gestual, mucho más emocional y tiene que ver más con los movimientos del cuerpo", de modo que prefiere trabajar por las mañanas esta vertiente.
Martínez ha reconocido que, aunque la caligrafía artística hecha a mano parece estar bien reconocida en el sector de los eventos nupciales a los que se dedica, "es un arte que luego parece que se hace fácil, pero que requiere muchas horas y muchas copias desechadas para que salga una letra perfecta".
"Para hacer dos nombres perfectos con este tipo de caligrafía para una invitación se hacen unos cuarenta que se tiran antes de tener los definitivos", y ha reconocido que tras tres años trabajando con clientes no deja de aprender y experimentar dentro de esta disciplina.
También realiza caligrafía experimental en la que "la inspiración puede venir de cualquier sitio", en un ejercicio que "consiste más bien en crear alfabetos propios", por lo que ha afirmado que "la idea puede venir de cualquier elemento, de la forma de una flor o de un cartel llamativo" que propicie esta expresión artística.
En invitaciones, sobres o láminas personalizadas la caligrafía creativa reclama su sitio en una sociedad totalmente digitalizada, donde el tratamiento artesanal del papel y la tinta ganan a las nuevas tecnologías para crear los recuerdos inolvidables de un día mágico
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