Dos hombres, de 24 y 37 años y nacionalidad española, han sido detenidos como presuntos responsables de delitos de estafa. Además, hay otro hombre de 30 años investigado por un delito leve de estafa. Todos ellos se hacían pasar por falsos operarios de una empresa de gas para conseguir acceder a domicilios de personas mayores, esclareciéndose dos estafas cometidas en viviendas marbellíes.
Las investigaciones se iniciaron en diciembre cuando una mujer denunció que su madre había sido víctima de una estafa, después de que dos individuos hubieran realizado en su vivienda una revisión del gas. Los revisores, tras cambiar la alcachofa y el tubo de la instalación, hicieron firmar a la victima un contrato por un importe que le generó un desfalco de 761,89 euros.
Partiendo de esta información, los agentes realizaron varias pesquisas que les permitieron comprobar la existencia de otro hecho similar en otra vivienda de Marbella. Por esta razón establecieron un dispositivo específico para la localización y detención de los autores, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
Tras varios meses de investigaciones el dispositivo culminó con la detención de dos hombres, dos jóvenes vecinos de la provincia de Cádiz, a los que se les atribuye hasta el momento la comisión de dos delitos de estafas. Igualmente ha sido investigado otro hombre por su presunta implicación en un delito leve de estafa.
Estos falsos revisores, han precisado, acudían a los domicilios provistos de documentación acreditativa, herramientas específicas y debidamente uniformados, exhibiendo en su ropa el logotipo de una supuesta empresa revisora del gas. Además llevaban un datáfono para facilitar los pagos.
Así hacían creer a las víctimas que se encontraban ante una revisión legal realizada por una empresa instaladora autorizada y personal cualificado. Informaban a los clientes de que el importe por la revisión era de unos 50 euros aunque en los casos investigados, a la hora de realizar el cobro el importe oscilaba entre 330 y 761 euros. En uno de los casos hicieron firmar un contrato a la victima fraccionándole el importe, mientras que en el otro, pagó en efectivo.
Para garantizarse el acceso a la vivienda, los falsos operarios asustaban a los moradores con distintas artimañas como la existencia de riesgo de fugas o explosiones que podían acabar con la vida de algún vecino si se negaban a lo que denominaban revisión obligatoria
Desde la Policía Nacional han aconsejado que se exija la acreditación de los revisores y se mantengan la puerta cerrada hasta que se identifiquen plenamente. Los operarios deben disponer de una identificación de revisor o instalador autorizado.
En los casos de revisión del gas debe saber que para el butano dicha revisión es obligatoria cada cinco años y a solicitud del interesado. Nadie puede imponer una antes de ese plazo, salvo modificaciones en las instalaciones. Además generalmente la compañía con la que se tiene contratado el suministro llama al usuario con anterioridad.
Si tiene dudas, llame a la empresa suministradora del servicio, pero nunca utilizando los números de teléfono aportados por los propios operarios. Además de que si tiene dudas, no se abra la puerta.
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