La plaza de las antiguas cocheras de El Palo, donde ahora se encuentran unas instalaciones deportivas, lleva desde hoy el nombre del que fuera carpintero de la Sociedad Municipal de Tranvías que falleció en accidente de trabajo en este mismo espacio, Manuel Díaz Millán. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, acompañado de miembros de la Corporación, y de familiares de Díaz Millán, ha descubierto la placa que da nombre a la plaza Manuel Díaz Millán. La denominación de esta vía de la ciudad fue solicitada al Ayuntamiento por sus compañeros de trabajo y la denominación fue aprobada por unanimidad en una moción institucional presentada en el Pleno de febrero de este año.
BIOGRAFÍA MANUEL DIAZ MILLAN (1931-1977)
Manuel Díaz Millán nace el 22 de enero de 1931 en Pedregalejo en la calle Perez Escrich. Era hijo de María Millán y de Juan Díaz trabajador de las "Cocheras del El Palo" en aquel entonces la Sociedad Municipal de Tranvías, posteriormente Servicio Municipal de Transportes Urbanos.
Se formó en las Escuelas Profesionales Sagrada Familia de El Palo - SAFA-ICET- y con 14 años entró a trabajar como carpintero en las instalaciones donde trabajaba su padre. Se casó con su amiga de toda la vida Maria Victoria Soler Gómez con quien tuvo dos hijos, Juan Carlos y Maria del Mar.
Tanto su familia como todos los que lo conocieron destacan de él que "era una bellísima persona y un trabajador infatigable" que compaginaba su trabajo en el Servicio Municipal de Transportes urbanos con su labor de instalador de muebles en Bandera Vivar.
En el año 1977 fue víctima de un desgraciado accidente laboral en las instalaciones de las cocheras, la plaza que ahora se inaugura, a consecuencia del cual el 13 de abril falleció. Contaba con 46 años de edad y llevaba 32 de servicio en la empresa.
A iniciativa de sus compañeros de la actual EMT, encabezados por Francisco Jurado, se inició la recogida de firmas y el movimiento vecinal para dedicar este espacio a su memoria. Y de este modo la actual plaza seguirá ligada a las históricas cocheras ya desaparecidas, de las que sólo permanece el edificio de oficinas diseñado a principios del siglo XX por el arquitecto Guerrero Strachan.
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