Tras cruzar la meta, y sin perder la sonrisa, el deportista Kiko Capilla comentó que “nunca hay que dudar de un cartameño”, tras lograr el reto solidario de correr descalzado la cuarta edición de la Media Maratón Ciudad de Cártama.
Acompañado durante todo el recorrido por un grupo de amigos, el joven malagueño logró este nuevo desafío tras los superados en la Carrera Urbana de Málaga, de 10 kilómetros, donde también corrió descalzo o en la maratón malagueña, que hizo con las zapatillas de cinco dedos, con suela muy fina.
La recaudación que generaron las apuestas sobre su actuación irá destinada a la ONG malagueña Escolaridad Solidaria, que bajo el eslogan Colabora y creémosles un futuro tiene como fin conseguir una Educación Infantil Básica o Primaria a niños y niñas de Myanmar, antigua Birmania.
De este modo, el cartameño fue premiado tras la carrera con un trofeo social, gracias a esta iniciativa solidaria, a la que seguirán muchas más.
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