29 días sin probar bocado han pasado factura este miércoles al activista malagueño Paco Vega, en huelga de hambre desde el pasado 8 de marzo para hacer realidad la renta básica en Andalucía que contempla el Estatuto de Autonomía en su artículo 23.2. Con 64 años y tras perder más de nueve kilos en esta batalla, ha sufrido un desvanecimiento a las puertas de la Delegación de la Junta en Málaga, en la Alameda Principal, donde seguía apostado de 10 a 13 horas cada día, a la espera de que el Gobierno andaluz hiciera oficial el compromiso adoptado la semana pasada en la reunión que el Viceconsejero de Igualdad, Manuel Martínez, mantuvo con él.
Vega fue trasladado en ambulancia hasta las urgencias del Hospital Civil, donde le suministraron suero y le realizaron analíticas. El malagueño, que tras 23 días en huelga consiguió arrancar el compromiso de la Junta de crear una comisión de trabajo para estudiar implantar unos ingresos mínimos especialmente para mujeres víctimas de violencia de género y familias con hijos sin ningún tipo de ingreso, decidió mantener el ayuno hasta contar con el compromiso oficial de la Consejera de Igualdad, María José Sánchez Rubio, a la que había remitido más de una misiva en este tiempo.
La promesa no se ha hecho oficial y la salud del malagueño, que ya en noviembre pasado aguantó 20 días sin comer hasta un amago de neumonía, ha dicho hoy basta.
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