El argentino Emmanuel Lafont se define como un “representador de ideas”. No es baladí decir que los lapiceros son sus grandes acompañantes. Lleva quince años en nuestro país y siempre se ha mostrado muy avezado por explorar los mecanismos que confluyen en los procesos creativos y cómo influye el entorno. Ahora, todas estas inquietudes se canalizarán en un ambicioso vivero en pro de la creación.
Y es que el ritmo de trabajo de Lafont es vertiginoso, se crece ante la adversidad y es un luchador nato. Todo un superviviente en esta sociedad golpeada por la crisis. Su nueva lección de vida le ha llevado a embarcarse en esta ilusionante aventura por los derroteros del mundo del arte, pero aclara que será desde otro ángulo, otro prisma que ya le está abriendo un mar de horizontes.
Fue en el taller que impartió en el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo en Tabacalera sobre la creación orgánica de Pavel Filonov el que le abrió los ojos. Los participantes se adentraron en el universo creativo del autor ruso a partir de las creaciones de Emmanuel Lafont y Pablo Caro. Este encuentro-taller dirigido a generar un contexto de reflexión basado en la creación activa ha sido la piedra angular de su nueva etapa profesional.
La médula espinal de este proyecto se ha instalado en el barrio de Vistafranca, concretamente en un local de la calle Sierra Blanca, donde ha instalado este Laboratorio de Arte que comenzará este mismo jueves, a partir de las 19 horas.
Su idea es que la heterogeneidad sea la tónica habitual de estos talleres abiertos a todo el mundo. “Mi objetivo es generar grupos de trabajo donde se plantearán dinámicas creativas más allá de las cuestiones técnicas, es decir, investigar a través de las experiencias. No se trata de quien pinte o dibuje mejor, sino que la gente explore”.
Esta exploración de otros campos creativos tendrá lugar todos los jueves de cada mes en grupos de hasta diez personas como máximo. Para ello, los interesados pueden inscribirse a través del correo info@emmanuellafont.com. El acceso es bien fácil. Los participantes pagarán una mensualidad de 60 euros, como si de un gimnasio se tratase, sin fecha de comienzo y cierre- apunta a modo de ejemplo- y podrán asistir a todos los talleres de ese mes.
Lafont asegura que estos intercambios son muy “enriquecedores; son cuestiones que no se aprenden en las Facultades”. Al caso, recalca sus beneficios. Por un lado, los artistas doctos salen de los “encasillamientos”. Por otro lado, la gente inexperta aportará “frescura” e “inocencia” a estos talleres.
Para asesorar a los pupilos, Lafont mantendrá una reunión previa con ellos antes de las sesiones y ahí decidirán los materiales a utilizar en estos talleres, para los que prevé una duración de unas dos horas y media.
Este autor, que forma parte de la nómina de artistas de la Galería Yusto/Giner en Marbella y de la Galería 6a (Palma de Mallorca), explica que este laboratorio de arte está abierto a otras disciplinas aunque sin perder su base plástica. También a talleres externos, como el que ya impartió en estas instalaciones el artista Omar Janaan sobre la creación de historietas.
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