La limpieza en Málaga no funciona. No funciona como debiera. Y, aunque cada uno achaca sus propias razones, lo admiten los diferentes grupos políticos que integran la corporación municipal. Incluido el Partido Popular, en el Gobierno. El concejal encargado de esta materia, Raúl Jiménez, le pone –del 1 al 10-, un cuatro a la limpieza de la ciudad en verano. Un ocho, eso si, en invierno.
Es uno de los asuntos que debatió el pleno que reunió este jueves a la corporación municipal y que ha trascendido a su celebración.
En la sesión, el Ayuntamiento aprobó, a iniciativa del Partido Socialista, un incremento de la partida presupuestaria municipal dedicada a limpieza. Cuatro millones de euros más para mejorar la limpieza en la ciudad. Una necesidad prioritaria, en opinión de su portavoz, María Gámez.
Jiménez puso nota a la limpieza en la ciudad ante las preguntas del portavoz de Ciudadanos. Juan
Cassá fue especialmente crítico con la gestión de este servicio. Dijo que Málaga está sucia, muy sucia o insorportablemente sucia.
En opinión del gobierno municipal del Partido Popular el problema no es tanto de la empresa de capital mixto, Limasa, que se encarga de su gestión como del civismo de los ciudadanos.
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