Arranca este lunes Indalo, una operación coordinada por la Agencia Europea de Fronteras y ejecutado por la Guardia Civil para combatir la inmigración irregular, el tráfico de drogas y la pesca ilegal, entre otras actividades de esta índole.
Cuatro buques oceánicos y cinco aviones son los recursos con los que cuenta la Guardia Civil para poner en marcha este dispositivo que, hasta el 31 de octubre, controlará las costas españolas entre Murcia y Algeciras.
4.114 inmigrantes fueron interceptados en el marco de esta operación el pasado 2014, según ha explicado en la capital este martes el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa.
Fernández de Mesa ha hecho hincapié en los logros alcanzados con la ejecución de este plan. Ha incidido especialmente en la cooperación con los gobiernos de los países de origen de donde los inmigrantes tratan de salir.
El control sobre la inmigración irregular procedente de Mauritania y Senegal ha reducido la entrada de inmigrantes en Europa a través de Canarias, pero ha derivado el flujo hacia Ceuta y Melilla, ha explicado.
Por su parte, el general de brigada Juan Luis Pérez Martín, responsable de Jefatura Fiscal y Fronteras, ha recordado “el problema” que tuvo España en 2006. Un problema que ha equiparado al que Italia tiene en estos momentos. Y un problema, ha recalcado, que se consiguió frenar. Por lo que es partidario de mantener “el tapón”, ha dicho, porque en el momento que el control se reduzca, “pueden volver hacia aquí”, ha completado.