La Audiencia de Málaga ha acordado el internamiento en un centro psiquiátrico de una mujer durante siete años por intentar quemar la casa de su vecino, rociándola de gasolina, y por violar una orden de alejamiento que tenía respecto a éste. Además, a la acusada, que padece esquizofrenia paranoide, se le imponen otros cinco años de libertad vigilada y que indemnice al perjudicado con 174 euros.
Los hechos sucedieron en agosto de 2011 en la localidad malagueña de Estepona. La acusada, "con la intención de acabar con la vida de su vecino" fue a la casa de éste y, tras romper la ventana de la cocina, vertió en el interior gasolina que portaba en una garrafa, al tiempo que gritaba: "os tengo que matar, os voy a meter fuego, tengo que quemarte a ti, a tu mujer y a tus hijos".
Estos gritos alertaron al hombre, que se percató de la situación y "temiendo por su vida, corrió tratando de huir" de la mujer, quien al verlo lo persiguió, "rociándolo con gasolina mientras que portaba un cuchillo y un mechero que trataba de encender sin éxito". La acusada pudo ser reducida por los vecinos que salieron alarmados hasta que llegó la Policía.
Un juzgado había dictado ya en enero de ese año un auto en el que prohibía a la mujer acercarse a menos de 500 metros del perjudicado. La acusada, según se declara probado en la sentencia de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, tenía en ese momento descompensado su trastorno mental de esquizofrenia paranoide, por lo que tenía totalmente anuladas las facultades.
Por esto, la Sala declara a la mujer exenta de responsabilidad penal por los delitos cometidos por ella de homicidio en grado de tentativa y de quebrantamiento de condena, al estimar la eximente de enfermedad mental; imponiéndole el internamiento en un centro psiquiátrico adecuado a su patología durante siete años y libertad vigilada durante cinco años desde que salga del centro.
La acusada no negó los hechos, reconociendo que tenía problemas con su vecino en ese tiempo, pero aseguró que no recuerda lo que decía, "pues en esa época oía voces", que le decían que el vecino quería causarle daño a sus hijos, y ese día "perdió el control de su cabeza". El perjudicado, por contra, relató en el juicio lo sucedido sin contradicciones respecto a sus anteriores manifestaciones.
Para el Tribunal, la intención de la mujer era "acabar con la vida" del vecino, prendiendo fuego a su domicilio, para lo que arrojó "gran cantidad" de gasolina que quiso inflamar, "pero no lo logró al no prender el mechero que portaba a pesar de que reiteradamente intentó encenderlo". Según los agentes, si lo hubiera conseguido "podría haber provocado una catástrofe".
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