La posibilidad de que
en Málaga se abatan jabalíes disparándoles con ballestas ha soliviantado a
21 asociaciones y colectivos animalistas que han levantado la voz y han presentado un
escrito de rechazo ante el Ayuntamiento de la capital.
Las asociaciones aseguran que, tras tener conocimiento a través de noticias de prensa sobre “la
intención del Ayuntamiento de acabar con la mayor cantidad de jabalíes posible mediante la contratación por la desorbitada suma de 15.000€ para arqueros”, estamos ante “una
medida tan injustificada como absurda puesto que
ni hay alarma social, más allá de la que se está creando,
ni son animales peligrosos y el número de víctimas personales por ataque es nulo”, aunque indican que “si bien los casos de accidentes de tráfico en los que hay jabalíes implicados son debidos en la mayor parte de los casos a animales heridos o que han perdido el referente matriarcal de su grupo”.
En su escrito, dirigido al alcalde de Málaga,
Francisco de la Torre, la edil de Medio Ambiente, Penélope Gómez y el director de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, Javier Gutiérrez del Álamo, señalan que con esta actitud, “el Ayuntamiento de Málaga
incita al odio hacia esa especie con informaciones falsas y tergiversadas alineándose con el interés cinegético de que se le etiquete como animal fiero, salvaje y peligroso sólo por velar por la seguridad de los suyos, algo muy lejos de la verdad”.
Así, aseguran que “se muestra
poco conocimiento de cuáles son las reglas ‘sociales’ de estos animales que, entre otras cuestiones, hace que sea la matriarca de la piara quien regule el periodo reproductor de todas las hembras, siendo ella la única que puede reproducirse. Por lo tanto,
al matar a la hembra adulta, todas las hembras se reproducirían aumentando el número de jabalíes, lejos de reducirlo”.
Ante esto han señalado “nuestra
repulsa a estas
prácticas anacrónicas, aberrantes y contrarias a toda ética actual, puesto que no sólo mataría (o sería más adecuado decir que herirían)
indiscriminadamente individuos, convirtiendo nuestros montes en un sembrado de
muerte y destrucción, sino que lo harían de
una forma lenta y dolorosa, a la vez que peligrosa puesto que un animal herido es imprevisible y una persona armada, aunque sea de arco y flecha, también lo es”.
Los colectivos firmantes aseguran “los jabalíes heridos con flechas pueden sufrir
una agonía prolongada antes de morir, lo que es inaceptable desde un punto de vista ético y moral”, además de que “
el uso de arcos en áreas habitadas representa un riesgo significativo para la seguridad de los ciudadanos, con potenciales accidentes y daños colaterales”.
También consideran que con esta medida, “
se deja de lado la ‘educación’ en admitir el sufrimiento como práctica justificada, lo que tiene muchas consecuencias, y ninguna positiva, que pueden desembocar en una falta de empatía y compasión frente al dolor de otro ser vivo”.
Desde los colectivos firmantes realizan además su propia propuesta: “Seguir el
modelo catalán, donde un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona está llevando a cabo un proyecto piloto que evalúa la efectividad de la
vacuna anticonceptiva en jabalíes urbanos y periurbanos de la zona del Vallés, con resultados muy esperanzadores y, a medio y largo plazo, mucho más seguro y barato”. Así, aseguran que “la
inmunocontraconcepción, la relocalización, la gestión de hábitat y recursos, y la educación ciudadana son alternativas viables y éticas que pueden implementarse sin causar sufrimiento a los animales ni poner en peligro a la población”.
Para las protectoras, “utilizando la medida de hacer que arqueros regulen la población provocaría un
efecto rebote que haría mucho más perjudicial e insostenible la situación actual, como avalan numerosos estudios científicos”.
Los colectivos indican que “como todo en la Naturaleza,
los jabalíes cumplen una función en nuestro ecosistema garantizando la protección a la biodiversidad, ya que sus hozaduras son muy beneficiosas para hongos, insectos y aves, puesto que contribuye a la oxigenación del suelo forestal y colaborando, igualmente, a la dispersión de semillas y esporas, y generan los revolcaderos para los anfibios”.
Por lo que aseguran que “confiamos en que el Ayuntamiento de Málaga tomará en cuenta estas alegaciones y actuará en consecuencia para
proteger tanto a los animales como a la ciudadanía”.
Las asociaciones, además,
cimentan sus alegaciones en toda una serie de preceptos contenidos en normas actualmente en vigor como la Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de Protección de los Animales en Andalucía; el decreto 141/1999, de 1 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de Caza de Andalucía, y la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Los
colectivos firmantes de la petición son: ADJA, Asociación de Juristas Animalistas; Sacrificio Cero; APA Málaga Cero; APARIV - Asociación Protectora de Animales Rincón de La Victoria; Asociación Andaluza Contra la Intolerancia Animal; AAVV San Francisco Lagarillo; Ciriana; Dinamicat; GAB, Gatos de Málaga; Gato Garduño; Gatos Huellas Solidarias; Huella Felina Mijas; La Casa del Gato; Lumen Laudis; Perros de Málaga; Plataforma Bienestar Animal y Medio Ambiente Mijas y Fuengirola; Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga; Cerditos Abandonados Mijas y Tierstation Esperanza España.
Los colectivos aducen en sus alegaciones diversos motivos: de
sufrimiento animal, ya que la caza con arco y flechas “es un método que puede causar un sufrimiento prolongado y agonizante a los animales, lo que es inaceptable desde una perspectiva ética y moral”; de
seguridad ciudadana, pues “el uso de arcos y flechas en áreas urbanas y periurbanas presenta un riesgo significativo para la seguridad de los ciudadanos”, además de que la posibilidad “de
accidentes y daños colaterales es alta, lo que hace que este método sea inadecuado para entornos habitados”; consideran que existen métodos alternativos, “más humanos y éticos” para el control de la población de jabalíes, como la
inmunocontraconcepción, la
relocalización y
la gestión de hábitat y recursos, que “no solo son más seguros, sino que también respetan el bienestar de los animales y la seguridad de los ciudadanos”.
Por todo ello, concluyen: “Solicitamos encarecidamente que
reconsideren la propuesta de contratar arqueros y opten por métodos más humanos y seguros para gestionar la población de jabalíes. Confíanos en que el Ayuntamiento de Málaga tomará en cuenta estas alegaciones y actuará en consecuencia para proteger tanto a los animales como a la ciudadanía, además de convertirse en referente sobre el tratamiento ético de su fauna, como ya viene ocurriendo con la gestión de colonias felinas”.