Los ochos detenidos en distintos puntos del país por intercambiar material propagandístico de la organización yihadista Dáesh integraban un grupo que fue creciendo con el tiempo, tanto en el entorno online como fuera de él, cuyos miembros se habían radicalizado hasta el punto de incitar a cometer acciones violentas.
Las detenciones tuvieron lugar en Melilla, Alcobendas y San Sebastián de los Reyes (Madrid) y Málaga en una operación desarrollada el pasado martes por el Servicio de Información de la Guardia Civil junto con la Dirección General de Vigilancia sobre el Territorio marroquí, bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción número 6 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
En 2023 la Guardia Civil inició una investigación sobre un grupo de jóvenes residentes principalmente en la ciudad autónoma de Melilla que a través del uso de grupos privados de mensajería compartían y difundían material propagandístico para el adoctrinamiento terrorista a terceros e incitaban a la comisión de acciones violentas.
Buena parte del material propagandístico detectado pertenece a organizaciones terroristas como el DAESH o DAESH-KP, ha informado la Guardia Civil.
La acción proselitista de los miembros del grupo, a través del mundo virtual, les ha había llevado a contactar con otros individuos afines en otros puntos de España, como Málaga y Madrid.
Estas personas eran adoctrinadas a través del envío de propaganda yihadista mediante diversas plataformas, además de recibir asesoramiento e instrucción en sentencias y veredictos de líderes yihadistas legitimando la realización de acciones violentas.
En la última fase de la operación, los investigados se habían imbuido de los postulados más extremos de las organizaciones terroristas yihadistas y habían interiorizado sus postulados violentos, razón por la que se llevaron a cabo las ocho detenciones e incautación de pruebas en los registros llevados a cabo de forma coordinada y simultánea en Madrid, Málaga y Melilla.
La jueza de la Audiencia Nacional María Tardón decretó este jueves prisión provisional para cinco de ellos.
Además, el día 1 fue detenido en Cornellá (Barcelona) otro supuesto yihadista que utilizaba plataformas de redes sociales y de mensajería instantánea encriptadas para adoctrinar sobre el uso de la violencia con finalidad terrorista.
La labor mediática de este detenido estaba centrada en la maquetación de contenidos multimedia yihadistas, nutriéndose de aplicaciones de edición especializadas y sustentadas por inteligencia artificial.
Según la Guardia Civil, pese a su juventud se erigió como un reconocido combatiente terrorista virtual con gran ascendiente sobre los individuos a los que trataba de radicalizar
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