Tres jornadas después, el Málaga CF volvió a celebrar una victoria. Necesaria tanto para mejorar en la clasificación como para recuperar sensaciones. El solitario gol de Roberto Fernández en el Cerro del Espino sirvió para sobreponerse a un peleón Atlético de Madrid B.
El primer aviso llegó en las botas de David Larrubia, con un tiro que se marchó alto. Sin embargo, la banda por la que más peligro llegaba era la de un Kevin que lleva dos jornadas a un buen nivel. La irregularidad es su talón de Aquiles, pero el de Llano de La Trinidad es un jugador de superior categoría.
De sus botas nació la jugada del gol. El balón le llegó a Dani Lorenzo, que filtró un pase delicioso para Roberto, el cual se posicionó bien para ejecutar un disparo imposible de parar para el meta local.
Los andaluces dominaban con claridad ante un rival al que le costaba hilvanar jugadas de peligro. El Jebari creaba acciones interesantes, pero la zaga malaguista estuvo muy seria en todo momento.
La segunda mitad se vio un pequeño bajón por parte del Málaga. El filial rojiblanco adelantó líneas, pero apenas amenazaba la meta de Alfonso Herrero. Eso sí, siempre con la incertidumbre de que en una acción aislada llegase el empate.
Diego Bri lo intentó por su banda, aunque con poco acierto. Sergio Pellicer, viendo que el peligro era real, decidió dar entrada en el 63' a Sangalli, Avilés y Moussa Diarra. Minutos después se unirían a ellos Ramón y Dioni. Los cambios, esta vez sí, sirvieron para dar ese temple tan necesario.
El propio Avilés tuvo una buena oportunidad tras el pase de Dioni, aunque la puntería le fue esquiva al jugador cedido por el Leganés.
Cala perdonó en el 84' el empate con un cabezazo completamente solo que no entró en la portería de pura chiripa. Resistió el Málaga y consiguió celebrar tres puntos que le deja a un punto del Ibiza y tres del Córdoba.
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