El paso de la borrasca
Karlotta por la península ha dejado
abundantes lluvias en Málaga, especialmente en
puntos como Los Reales o Majada de las Lomas, donde se han acumulado más de 80 litros por metro cuadrado, si bien las precipitaciones
no han aliviado la crítica situación de los embalses, que están al 15,6 % de su capacidad.
Las ansiadas lluvias llegaron anoche a la provincia de Málaga, una de las más afectadas por la sequía, y han sido abundantes en todo el territorio,
sobre todo en la región occidental.
Según los registros de la red
Hidrosur, las zonas en las que más agua se ha acumulado en las últimas 24 horas son
Majada de las Lomas, con 82,2 litros por metro cuadrado, y Los Reales, con 81,1. También ha llovido con fuerza en áreas de la sierra como
Ojén (63,9 litros) y Jubrique (63,7), en el
embalse de La Concepción (61,1) o en la costera Marbella (52,8).
En algunos municipios la borrasca Karlotta ha venido acompañada de
fuertes vientos, como en Alhaurín de la Torre, donde las rachas han provocado la
caída de árboles y de varios tramos de muro de una cancha polideportiva.
Sin tregua en los pantanos
Estas precipitaciones, sin embargo, no han sido suficientes para
revertir el crítico estado en el que se encuentran los pantanos de Málaga, que están
en su conjunto al 15,6 % de su capacidad, con
95,4 hectómetros cúbicos.
El que peor situación presenta es el de
La Viñuela, que agoniza al 7,5 % de su capacidad, seguido del embalse de Guadalhorce, al 13,19 %; el de Conde de Guadalhorce, al 17,45 %; el de Guadalteba y el del Limonero, ambos al 20,46 %; el de
La Concepción, al 22,8 %, y el de Casasola, al 26,84 %.
La situación en Málaga es tan preocupante que
la Comisión de Gestión de la Sequía de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas ha decidido este viernes ampliar las medidas de ahorro de agua en la región y fijar un
consumo máximo de 160 litros por habitante y día en toda la costa.
Las lluvias
de octubre de 2023 a enero de 2024 en las cuencas mediterráneas de Andalucía han vuelto a ser
inferiores a los valores medios históricos, rondando el 30 % del promedio en numerosos sistemas.
Esta situación, que se repite
por quinto año consecutivo desde 2018-2019, se traduce en unas aportaciones mínimas a los embalses, como es el caso de Guadalhorce-Limonero. En este sistema malagueño, los 2,3 hectómetros cúbicos embalsados entre los meses de octubre y enero representan las menores aportaciones útiles desde que comenzaron los registros.