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Imponen 4 años de cárcel a un pescadero por vender cocaína con la moto en la pandemia

La Policía halló 39 envoltorios ocultos en una Honda, mientras el vehículo estuvo en la Comisaría antes de ser trasladado a Sevilla

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  • Comisaría central de Málaga. -
  • La Audiencia rechaza que se interrumpiera durante días la cadena de custodia de la motocicleta donde se halló la sustancia
Un malagueño de 55 años y con antecedentes no computables para esta causa penal, ha sido condenado a 4 años de prisión como autor de un delito contra la salud pública, cometido en mayo de 2020 cuando estaba vigente el estado de alarma por la pandemia del Covid 19. 
 
El hombre, pescadero de profesión en ese momento, fue sorprendido por agentes de la Policía Nacional cuando circulaba con su motocicleta por una calle del barrio de Las Flores, y tras pararse procedió a entregar a otro una bolsita con dos papelinas de cocaína a cambio de 20 euros, según se recoge en la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Málaga. 
 
Los hechos sucedieron el 19 de mayo de 2020 en la calle Espiria, próxima al cementerio de San Miguel, y fueron investigados por el Juzgado de Instrucción número 12 de la capital. 
 
Los 0,79 gramos de peso incautados durante la detención tenían un valor en el mercado por dosis de 164 euros, a los que se sumaron 750 euros en billetes de 5, 10, 20, 50 y uno de 200 euros, que llevaba en efectivo el detenido en ese momento. 
 
Durante el arresto, los agentes comprobaron que el hombre se encontraba muy nervioso porque la moto fuese intervenida, por lo que decidieron trasladar el vehículo hasta las dependencias policiales.
 
Y aunque se utilizaron "perros pero sin resultado" en la localización de la droga, según recoge la sentencia, "la pericia de los agentes especializados en automoción" sirvió para encontrar una caja de color negro adherida a la motocicleta por un imán, que estaba situada en la carcasa delantera derecha del vehículo, marca Honda. En uno de los sistemas ocultos se hallaron 39 papelinas idénticas a la cocaína que trataba de vender cuando fue detenido, y cuya pureza, según un informe, era del 76,28%. 
 
CADENA DE CUSTODIA Y PRUEBAS
 
La defensa del acusado cuestionó la cadena de custodia de la moto durante la localización de la mayor parte de la sustancia estupefaciente en dependencias policiales, y también que no se hubieran analizado todos los envoltorios encontrados y solamente una muestra de una de las cajas encontradas.  
 
Durante la inspección de la motocicleta en la comisaría de Distrito Centro estuvieron el acusado, los agentes de Policía Científica, y un miembro del Grupo de Automoción. Los policías declararon en el juicio que la Honda permaneció custodiada en el parking de la sede policial, y que "fue el acusado el que reconoció que había un segundo habitáculo" mientras estaban desmontando la moto.
 
Añadieron que lo habitual en estos casos es que cuando hay que trasladar un vehículo al depósito que está en Sevilla, se custodie éste en la comisaría hasta que vengan a recogerlo.
 
Los tres magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia no tienen dudas y aseguran en el fallo que "todos los agentes declararon que la moto no estuvo al alcance de ningún tercero, sino guardada en el garaje de la comisaría", a la espera de ser transportada.
 
Y aunque el vendedor de pescado negó ser el propietario de la cocaína, los jueces dudan de esta declaración ya que la moto no trae de serie ninguno de los dos compartimentos descubiertos, y "el sistema para guardar la droga requería de un trabajo de instalación con imanes para que la caja pasara inadvertida", algo que no se podía hacer repentinamente. "Estaba oculta de tal forma que una persona no especializada no podría detectarla", señala el fallo. 
 
Los agentes ratificaron en el juicio que "nadie ajeno a la Policía tuvo acceso a la moto antes de la inspección", y que sospecharon además porque habían hecho un seguimiento unos días antes. El 7 de mayo detectaron cómo esta persona utilizaba la moto para realizar intercambios, vigilancia que fue fotografiada desde un edificio próximo y aportada al procedimiento penal. 
 
Sin embargo, la defensa del acusado lo cuestionó apoyándose en que la motocicleta permaneció varios días en las dependencias policiales antes del registro y que, según su cliente, "su moto no llevaba nada antes de que se la quitaran".
 
PROCEDENCIA DE LOS 750 EUROS
 
Para justificar que portaba 750 euros en efectivo el procesado dio dos explicaciones. Por un lado, cuando se le detuvo, que era un dinero que había cobrado en Mercamálaga de un cliente de la pescadería para la que trabaja, que no le había pagado por la mañana. Y otra después, cuando aseguró que lo había cobrado un día antes, el 18 de mayo, como un adelanto de su sueldo de 800 euros. Versiones contradictorias que los magistrados de la Audiencia no creen ya que además dicha cantidad estaba formada por billetes pequeños.
 
Por la sustancia encontrada en la moto, 18,54 gramos de cocaína que, según los jueces, se halla muy lejos de lo que estaría permitido para acopiar para consumo propio, (el informe forense solo consideró que se trataba de "un consumidor esporádico de estupefacientes"), la Audiencia Provincial le impone los cuatro años de prisión que fueron solicitados en el juicio por la Fiscalía, y una multa de 4.000 euros por el valor de la droga, además del comiso de la motocicleta. 
 
La sentencia ha sido recurrida en apelación por el abogado defensor ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), con sede en Granada.

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