Los grupos municipales malagueños están inmersos en la precampaña de las elecciones municipales del 28M, presentando algunos de los asuntos que ocuparan su programa. El problema de la vivienda es un punto común entre todos. Con Málaga, por su reciente formación, ha sido el último en lanzar su propuesta.
La confluencia de izquierdas considera un “disparate” que los malagueños tenga que dedicar más de un 30 por ciento de sus ingresos al pago de la vivienda, con subidas del precio de los alquileres de un tres por ciento por encima del IPC.
Amparándose en la Ley de Vivienda, la candidata a la Alcaldía, Toni Morillas, ha anunciado su promesa de “reconocer a Málaga como zona tensionada” y “limitar” el precio de los alquileres.
Junto a la "especulación", Morillas ha detallado otra de las "causas", las viviendas turísticas. En el centro hay más viviendas turísticas que vecinos. De las 9.000 que hay en la capital, 4.800 se aglutinan en la zona centro, mientras que los residentes censados en este distrito apenas superan los 4.000.
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