El Palais des Sports de Beaublanc, la casa de un histórico del baloncesto europeo como el Limoges CSP, es la siguiente prueba del inmaculado Unicaja de Ibon Navarro, equipo de autor que ilusiona a cualquier terrenal malagueño. Los cajistas afrontan este segundo choque de la segunda fase de la BCL por las nubes tras la exhibición contra el Valencia Basket y con la única baja de Barreiro, que está pendiente de recuperar sus dolencias musculares.
El conjunto galo llega al encuentro como sexto clasificado en su liga y con un balance de 10 victorias y 9 derrotas, tras imponerse al BCM Gravelines Dunkerque. Ibon Navarro ha apuntado que son “un equipo muy táctico a nivel defensivo, con muchísimas variantes que les sirve para controlar el ritmo de partido. Es algo que nos preocupa, pero también es verdad que venimos de un partido similar contra el Valencia y que hemos sido capaces de gestionarlo muy bien. Tienen un gran físico en la posición de 3 y 4, con Ugolin, Hawkins”.
Es un rival que cuenta con pívots de "mucha movilidad y agresivos como Yeguete y Schilling, y jugadores pequeños como Bryce Jones que desde que se ha recuperado de una lesión está a un nivel muy alto y perfiles peligrosos como Nicolas Lang, que está a un nivel espectacular a nivel de acierto", indicó Navarro. "Será muy importante que tengamos ritmo de juego, que no nos paremos demasiado, que seamos capaces de atacar con agresividad sin importarnos qué nos proponen a nivel táctico y que seamos sólidos en el rebote"
El histórico conjunto francés es un viejo conocido del Unicaja. En el recuerdo de todos está la final de la extinta Copa Korac en la temporada 1999-2000, que cayó del lado francés, en la temporada anterior a que los malagueños alzaran el título. Un amplio palmarés ocupa las vitrinas del Limoges, en la que destacan un título de la Euroliga en 1993, una Recopa de Europa en 1998 y la ya citada Korac. También destacan los 11 títulos de liga francesa, el más reciente en 2015.
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