En la Asociación Club Boxeo Málaga enseñan a mujeres maltratadas, a migrantes y a jóvenes en riesgo de exclusión social a esquivar, contragolpear y golpear los golpes que da la vida. “No se trata de violencia ni de pegar”, sino de aprender a “sacar lo mejor de uno mismo”. Paola habla desde la experiencia. En Argentina, su lugar de origen, tenía una “vida hecha” y un trabajo como productora, pero su maltratador se lo arrebató. Hace cinco años logró que la justicia le concediera “los permisos de mis hijos” para poder mudarse a España. Tuvo que abandonar todo para huir de los malos tratos: “Me tocó salir adelante sola por mis hijos y por mí, prefiero estar viva que ser una menos”.
Tras los talleres se sienten más empoderadas, con más seguridad, confianza y autocontrol.La decisión fue valiente, pero complicada. Se vio sola, a más de 10.000 kilómetros de lo que hasta entonces había sido su hogar. La vida le había dado golpes muy duros, pero también le tenía cosas buenas preparadas. A través de unos amigos boxeadores conoció a Daniel Ríos, fundador de la Asociación. Ríos le abrió las puertas de su humilde gimnasio en Cortijo Alto y esto le cambió la vida a Paola: “Empecé a salir adelante”, porque encontró la fuerza que le habían quitado.
Ya han pasado tres años desde que pisó por primera vez las instalaciones del Club Boxeo Málaga. Comenzar la rutina le “costó mucho”, pero “a medida que fui avanzando me encontré con la Paola que era antes y que había perdido”, dice con una sonrisa. Confiesa que “quedan recuerdos”, pero el boxeo y la defensa personal le ha enseñado a sentirse “fuerte por dentro” y a afrontar con esa fuerza “las consecuencias que te da la vida”.
Ahora encaja los golpes dentro y fuera del ring, al igual que sus hijos de 10 y 16 años. Los tres se enfundan los guantes lunes, miércoles y viernes, porque el boxeo les ha ido “muy bien mental y emocionalmente, en especial al pequeño”, a lo que hay que sumar los beneficios físicos de practicar un deporte. “Daniel nos ha ayudado muchísimo. Sobre todo a mis hijos, no tienen padre y él ha sido un gran apoyo para mi familia”, agradece con una mirada sincera Paola.
En la Asociación Club Boxeo Málaga llevan golpeando a la violencia machista con disciplina, confianza y apoyo desde hace cinco años. Organizan talleres gratuitos de defensa personal de un mes de duración cada dos o tres meses. “El último fue en el mes de septiembre y duró hasta octubre”, explica su fundador, cuya intención es “luchar contra la lacra social” que es la violencia contra las mujeres. Por el 25N, Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, ha organizado un taller especial, este viernes, al que han acudido unas 40 mujeres.
En estos años, Daniel ha visto como las mujeres experimentan “un cambio muy grande”, pasan de “venir echas polvo psicológicamente” a “salir muy contentas y reforzadas”. El boxeo les da la oportunidad de experimentar un “cambio interior”, que las hace sentir “más empoderadas, con más seguridad, confianza y autocontrol”.
Las mujeres “directamente tocan y les abrimos las puertas de la Asociación”, asegura, detallando que en los talleres gratuitos les enseñan técnicas como “la esquiva, golpear y contragolpear” y emocionalmente “estamos siempre ahí apoyándolas, el boxeo es una gran herramienta y terapia”. Con ganas siempre de seguir sumando su granito de arena, Daniel Ríos confirma que, las mujeres “con perfil de violencia de género, se pueden apuntar a los talleres y pueden acudir durante todo el año de forma totalmente gratuita”.
Paola, Dani, junto al equipo de la Asociación Club Boxeo Málaga y sus usuarios, son ya una pequeña familia, que deja sus puertas abiertas para seguir ayudan más mujeres.
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