La medicina sigue avanzando sin pausa para combatir al cáncer, aunque falta que las instituciones aporten más energía. A día de hoy, una de las herramientas más innovadoras es la secuenciación molecular. Estas técnicas identifican alteraciones genéticas en los tumores para ayudar al diagnostico y “genera miles de millones de datos” que facilitan diseñar un tratamiento personalizado, “más eficaz y menos tóxico”, para cada uno de los pacientes, explica la doctora Ana Laura Ortega, vicepresidenta de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM).
Hay un problema. La secuenciación molecular se lleva aplicando desde hace “relativamente poco”, por ello la disponibilidad “puede ser heterogénea” en los diferentes hospitales de Andalucía. Su carácter novedoso hace que los pacientes “tengan acceso, pero no con la facilidad con lo que podríamos pedir un TAC”, añade el doctor Antonio Rueda, presidente de la entidad. Demandan un acceso “equitativo” para toda la población andaluza. Contra el cáncer, los oncólogos trabajan contrarreloj. El tiempo juega en su contra, por lo que “los resultados de la secuenciación tienen que estar disponibles en diez o doces días y su realización tiene que estar generalizada por el mismo sistema en todos los hospitales andaluces, para que no dependa de iniciativas individuales de cada centro sanitario”.
Esto es lo que quieren cambiar. Dentro del marco del IX Congreso de la SAOM en Málaga, los especialistas en oncología quieren “ver cuándo un paciente la necesita, en qué pacientes es útil y ver si podemos hacer que más pacientes se puedan beneficiar”, detalla la doctora Ortega. En los últimos cinco años, se ha secuenciado a más de 3.000 pacientes en Málaga, a través de proyectos de investigación y ensayos. Ahora, con un mayor dominio de las técnicas, proponen que estas pruebas salten de forma habitual a la práctica asistencial y que las pruebas “estén disponibles asistencialmente en los hospitales para todos los pacientes que lo necesiten, que no son el cien por cien de los pacientes con cáncer”, reivindicada el doctor Rueda. “Conocer mejor el tumor nos permite ser más eficaces”, insiste la vicepresidenta, pero también “menos dañinos, al no utilizar fármacos que no necesita el paciente”.
Sobre tratamientos. Actualmente, en Andalucía se apuesta por tres grupos de fármacos. El gran avance en los últimos años es la inmunoterapia, medicamentos que “activan el sistema inmune para que luche contra la enfermedad tumoral y lo hacen con menos efectos secundarios”. Un segundo grupo, las terapias dirigidas: “Son fármacos que actúan específicamente frente a una alteración molecular, de ahí la importancia de esa secuenciación molecular. Son efectivos solo en algunos pacientes, pero con una respuesta muy buena”. Y por último, las nuevas formas de usar la quimioterapia, “menos tóxicas, y que nos están permitiendo conjugarla” con los fármacos anteriores.
Estos pequeños pasos hacia delante, están conseguimiento que el paciente “viva más, mejor y con menos efectos secundarios; con mejor calidad de vida”, sentencia con una sonrisa en la boca la doctora Ortega.
En Andalucía, más de 50.000 personas serán diagnosticadas con cáncer en este año 2022, aunque más de 55 por ciento de los hombres y más del 60 por ciento de las mujeres logrará superarlo. Los tumores más frecuentes que son diagnosticados en nuestra comunidad, sumando ambos sexos, son el colorrectal, mama, pulmón y próstata.
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