“Situación de calma” en el segundo día del incendio que se declaró este pasado miércoles en Pujerra. Desde el Puesto de Mando Avanzado se está coordinando el operativo en el que trabajan 946 efectivos, que luchan contra las llamas que han quemado más de 2.000 hectáreas.
La noche sabemos que ha sido muy difícil, muchísima angustia por parte de las familiasEl fuego se ha declarado a poca distancia del incendio de Sierra Bermeja, que arrasó 10.000 hectáreas. Ahora, la tragedia ha vuelto a esta zona de la provincia en menos de un año. La sensación entre los vecinos es “igual de mal, muy desagradable”, confiesa un vecino de Estepona, que en esta ocasión ve las llamas lejos de su casa, no como hace nueve meses.
El fantasma regresa: “Al final el recuerdo de aquel incendio, en este incendio, era inevitable”, asegura Juan Sánchez, director del Centro Operativo Regional del Plan Infoca. Pero dentro de lo malo, lo bueno es que en Pujerra las condiciones son mucho mejores.
En esta ocasión la situación es “totalmente distinta y el monte, el combustible, es diferente”. Sí que se da la “misma orografía” de difícil acceso, pero el de Pujerra se ha producido a principios del verano, la vegetación está menos seca y está localizado cerca del mar, lo que acorta los tiempos de recogida de agua con los medios aéreos. Todo ello, ha permitido que “en un día” los trabajos hayan dado mejores resultados; porque “el primer día del incendio” de Sierra Bermeja las llamas ya habían avanzado a gran velocidad, recuerda el director. Una favorable situación que ha propiciado que, a lo largo del día, reinase “la calma”.
Sin embargo, la noche ha sido muy complicada. Se han producido grandes columnas de humo, falta de visibilidad y tres heridos. Dos de los bomberos con quemaduras leves ya han sido dados de alta; mientras que el tercero, el más grave, con quemaduras en el 25 por ciento de su cuerpo, está en UCI estable, aunque permanecerá en vigilancia: “Está bien, está en el hospital. No tememos que sea nada grave”, celebra Sánchez.
Desalojados
La otra cara del incendio son los vecinos que han tenido que abandonar sus casas. Esta madrugada se han desalojado seis viviendas de un núcleo de diseminados de la zona de Velerín Alto en Estepona. Durante la tarde y primeras horas de la noche del miércoles se produjo el desaloja preventivo y ordenado del casco urbano de Benahavís, así como de las urbanizaciones de Montemayor, Marbella Club y Benahavís Hill. En total se ha desalojado a alrededor de 2.000 personas.
La gran mayoría han podido pasar la noche con familiares y amigos. El resto, un total de 37 personas, ha dormido en la Carpa Municipal de San Pedro habilitada para los evacuados. Algunos han dormido en las camillas colocadas en el pabellón; mientras que otros han pasado la noche en el coche, como confiesa uno de los desalojados. Este vecino se muestra su preocupación “por dejar la casa y todas las pertenencias. Salimos corriendo”. A pesar de la intranquilidad, deja visible su gratitud por cómo les están cuidando: “Aquí nos atienden maravilloso, tenemos nuestro agüita, zumito, bocadillitos. Dentro de lo malo, estupendo”. Otra de las vecinas, que sí ha pasado la noche en la carpa, explica que han salido a comprarse algo de ropa, “porque nos fuimos con lo puesto, pensando que era solo la noche”.
El ambiente en el pabellón es de tranquilidad, pero la noche fue muy diferente: “La noche sabemos que ha sido muy difícil, muchísima angustia por parte de las familias”, ha contado Marina, una de las voluntarias de Protección Civil, que ha dado desayunos y comidas a los desalojados.
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