Málaga

Carlos Suárez y una despedida agridulce: “Me hubiera gustado seguir un año más”

El capitán del Unicaja, “eternamente agradecido” con el club de su vida, se despide del Unicaja sin saber cuál será su próximo destino

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Carlos Suárez, en su adiós al Unicaja en la rueda de prensa de este viernes.

Alberto Díaz le dedicó unas palabras a su compañero y amigo.

Acompañado de directiva, cuerpo técnico y jugadores, entre ellos Waczynski.

“Me hubiera gustado seguir un año más, pero no ha podido ser”, ha querido dejar claro Carlos Suárez, una leyenda del Unicaja que se marcha por la puerta grande, aunque no como hubiera deseado. Este viernes fue su día, el momento de despedirse en una rueda de prensa donde gran parte de la plantilla, directiva, cuerpo técnico y hasta el excajista Adam Waczynski o el técnico Joan Plaza no han querido faltar. “Me voy como un malagueño más. Ha sido el club de mi vida”.

“Este final ha sido complicado por las lesiones y por no conseguir resultados. Pero he recibido cariño de la afición, compañeros y staff. Me ha dado muchas cosas esta ciudad. Estoy eternamente agradecido. Esto iba a llegar tarde un temprano”, ha expresado, en una expresión de felicidad y nostalgia por todo lo vivido.

Con el trofeo de la Eurocup presidiendo la mesa, lo que fue “el mejor momento de su carrera”, Suárez he recibido el cariño del club con un vídeo de su carrera y una camiseta enmarcada con el dorsal 437, los partidos que ha disputado como jugador del Unicaja. Se va como el tercero con más encuentros defendiendo la camiseta verde, solo por detrás de los malagueños Berni y Cabezas. Aunque él se siente sus raíces casi iguales a cualquiera nacido en la Costa del Sol. El malagueño de Aranjuez.

Futuro con incógnita

La pregunta era obligada. Si no ha podido quedarse en Málaga, ya que no quiere dejar el baloncesto, ¿dónde veremos a Carlos Suárez la temporada que viene? “No lo sé, sinceramente. Voy a seguir viniendo aquí a recuperarme de la lesión. Ahora mismo estoy asimilando este cambio de ciclo y ya vendrán momentos para pensar dónde voy a estar el año que viene. Lo primero es coger tono físico”.

El presidente del Unicaja, Antonio Jesús López Nieto, le ha prometido que tendrá una despedida a su altura: “Quiero dejar claro que tendrás un homenaje como te mereces. Buscaremos el momento idóneo”. Suárez quiere seguir jugando, pero en el futuro “mi vida estará en Málaga, no sé si en Unicaja, pero mi residencia estará aquí”. No descarta en absoluto que en los próximos años tenga un puesto en el club, como ocurre con los embajadores Berni Rodríguez y Carlos Cabezas.

Un nuevo ciclo

El ala-pívot ha vivido una nefasta temporada en lo deportivo desde una distancia que no hubiera deseado. Todo por las lesiones. Entiende el sentimiento de decepción. “La afición estará dolida como lo estamos los jugadores. No conseguimos las victorias que teníamos que haber conseguido. Moralmente nos ha afectado. Ahora mismo con Juanma, Antonio e Ibon habrá un cambio de ciclo. Pido un poco de paciencia y confianza en los responsables del club.

Reconoce que ha faltado solidez, “teníamos muchísimos jugadores del mismo perfil. Faltan otro tipo de jugadores que hagan otro trabajo menos vistoso”, ha analizado. El Unicaja ha echado en falta, básicamente, a más Carlos Suárez, currantes en la sombra y con carácter y liderazgo. Pero confía en lo que viene, aunque sea sin él: “Estoy seguro de que el año que viene el equipo será más competitivo”.

Si le llama un compañero para preguntarle por el Unicaja, “le diría que venga sin duda. Para mi este club está entre los tres o cuatro mejores clubes de España con diferencia”. Se ha atrevido a montar un quinteto ideal de jugadores con los que ha compartido vestuario y no sale mal equipo: “Alberto Díaz, Granger, Nedovic o Jamar Smith de tres, Will Thomas y Fran Vázquez”. Como entrenador, el más especial de su carrera: Joan Plaza.

Alberto Díaz, como capitán y portavoz de la plantilla, le dedicó unas palabras: “Queremos agradecerte todo tu trabajo, consejos y tu manera de involucrarnos en este club. Nunca valoraremos los suficiente todo lo que nos has dado. Hemos vivido muchos buenos y malos momentos. Me quedo con los malos porque en los más difíciles has sido un pilar para mí. Gracias de parte de la plantilla y cuerpo técnico, y gracia sobre todo al Carlos Suárez como persona”.

Suárez pone fin a una carrera donde se ha ganado el cariño unánime del infierno verde del Carpena.  Es el mejor de la historia del Unicaja en valoración (4.052), el segundo máximo reboteador (1.772), el tercero con más victorias (237), el sexto máximo anotador (2.410 puntos) y el quinto mejor asistente (822). Números de leyenda con final agridulce, porque quería quedarse, porque no se despidió sobre el parqué, porque no mereció irse tras la peor temporada del Unicaja desde el ’92.

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