Una de mis sobrinas pequeñas le ha cogido el punto a interpelarme con un “¿te imaginas?”. Así, sin venir a qué. A traición. ¿Te imaginas qué?, respondes. Y ella sigue con su trampa adivinatoria con mayor énfasis: “¿Te imaginas?”. Es puro ilusionismo, pero basta con poner a prueba la imaginación y completar el interrogante para que surjan preguntas inofensivas, sonrojantes, descacharrantes, insólitas, distópicas, incómodas...
¿Te imaginas que en España se implantara la lotocracia? Javier Cercas abogaba por ello en un artículo publicado en diciembre pasado, y eso que aún no había asistido a la bochornosa
negociación del PSOE con Junts para aprobar sus decretos sociales. Dan ganas, por mucho que apuntara a desastre, porque ¿acaso esto de ahora no lo es?
La lotocracia, más que como sistema, como desquite. ¿Se imaginan? Nuestros gobernantes elegidos al azar, por sorteo, en igualdad de condiciones entre todos los españoles, sin partidos políticos, sin políticos profesionales y sin profesionales de la política. Eso, o votar en blanco, que es la otra opción a la que se apunta Cercas si les espanta la mera idea de ver a su vecino de delegado del Gobierno.
El CIS y el Centra no lo ven necesario. En España estamos encantados con el PSOE de Pedro Sánchez y en Andalucía con el PP de Juanma Moreno, dice cada encuesta por su lado. Los dos ganan, los dos suben; en ambos casos tomando como punto de partida una situación hipotética, pero también en ambos reforzando
la recuperada esencia del bipartidismo, aprovechando que Podemos está en caída libre y Vox ante un año que puede dinamitar sus aspiraciones electorales: Galicia, País Vasco y Europeas.
El CIS también ha publicado -¿hubo pregunta trampa?- que
el 44% de los hombres se sienten discriminados frente a las mujeres y, peor aún, que el 32,5% de las mujeres les dan la razón. La única respuesta razonable -la que han dado el 56% de los hombres y el 67,5% de las mujeres- ha quedado en segundo plano, rendida al extendido peso del machismo en la sociedad española: algo se sigue haciendo mal si no conseguimos que retroceda,
algo se hace mal cuando los crímenes machistas van en aumento. ¿Te imaginas un país sin machismo?
De hecho, es la misma crítica que cabe hacer a la sofisticada iniciativa liderada por el Gobierno para
impedir el acceso de los menores a la pornografía a través de internet. No se trata tanto de que funcione el dispositivo de identificación personal -ya habrá quien se busque a un hermano o un primo mayor-, como de combatir el acceso a esos contenidos -y a muchos otros también- desde el ámbito de la educación y del propio hogar. ¿Te imaginas?
Vamos felices con nuestros móviles de última generación con la sensación de tener el mundo en las manos y, muchas veces, inconscientes de poder estar entregando las llaves de casa al primero que nos hace una tentadora oferta.
Las ciberestafas están al orden del día y uno de sus epicentros es... San Fernando. La propia Policía, que ha creado una división específica en la ciudad, no tiene constancia de tantas operaciones en un mismo municipio de su tamaño en toda España. Lo mismo que cuando se habla de narcotráfico ya nos vienen a la mente algunos lugares comunes de la provincia y
una sensación de peligro agravada por los tiroteos de las últimas semanas, como si alguien hubiera decidido definitivamente cruzar una línea. ¿Te imaginas un mundo en el que siempre ganan los buenos? -aunque a veces no sepamos distinguir entre buenos y malos-.
Afortunadamente, la provincia no está hecha solo de lugares comunes, aunque algunos debates se hagan eternos, como el del paro o el de las infraestructuras:
la falta de trenes, mejores carreteras -todos insisten, con razón, en la ampliación de la AP-4 y la N-IV, y se nos olvida la Jerez-Antequera de juanmaloharía- y
un aeropuerto incapaz de sumarse al auge que viven los de Sevilla o Málaga, que nos llevan adelanto en eso de la marca. ¿Te imaginas?