El pasado 21 de marzo una vecina del barrio de la Macarena llamaba a la Policía Local para denunciar que una banda de cornetas y tambores estaba ensayando en la explanada del Parlamento de Andalucía. Un patrullero de la Policía Local se personó en el lugar y suspendió el ensayo de “los armaos”. Este hecho causaba un revuelo en las redes sociales y sorprendía a muchas personas el hecho de que se denuncie una actividad que se viene realizando desde hace muchos años, que es una tradición. Pero lo que hizo la Policía Local fue simple y llanamente cumplir la Ordenanza Municipal de Ruidos, que establece que “los ensayos de las bandas de música deben desarrollarse en zonas de la ciudad convenientemente distanciadas de edificios de viviendas, o en locales suficientemente aislados y no colindantes con viviendas”.
Al día siguiente, el delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, reaccionaba con celeridad y anunciaba que se iba a permitir a la Centuria Macarena realizar la misma actividad que el día anterior se había suspendido, y que se iba a promulgar una excepción de la Ordenanza Municipal para que prime el interés general, dado lo que suponen las bandas de música para la ciudad. Así, en los días previos a la Semana Santa las bandas de música podrán realizar al aire libre una actividad que puede ir en contra al derecho al descanso de personas que residan cerca del lugar del ensayo.
No entiendo muy bien el interés general al que hace alusión el delegado puesto que nada impide que las bandas puedan ensayar en lugares alejados de los edificios de viviendas, que es lo que establece la Ordenanza, o en los locales que tienen cedidos desde el año 2015, a lo que va unido una ayuda de 75.000 euros al Consejo de Bandas.
Sin embargo, esa vecina que denunció ese hecho, y otras personas que habían denunciado en los días previos, tal y como reconoció el delegado, tienen todo el derecho a no ser molestados en sus domicilios. ¿Qué derecho debe primar, el de unos músicos a ensayar en la calle porque es una tradición, o el de las personas a que no se perturbe su descanso y su salud?
¿Qué mensaje está dando el Ayuntamiento a la ciudadanía con esta medida? El Ayuntamiento, entre sus funciones tiene la de ser ejemplar en sus actuaciones. Por importante que puedan ser las bandas de cornetas y tambores para la Semana Santa, no se pueden ir modificando de tapadillo las Ordenanzas Municipales (sería bueno saber si ha usurpado la competencia del Pleno), que son las normas que establecen el marco de convivencia de la ciudadanía. Se llenan muchos políticos la boca hablando de medio ambiente, de reducir la contaminación acústica, pero cuando llega la hora de la verdad queda en un segundo plano cuando aparece un “interés general” . ¿Son también de interés general los cohetes que lanzan las hermandades del Rocío a cualquier hora cuando hacen cualquier recorrido por la ciudad? ¿Debe pesar más una tradición que una norma municipal?
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