El Jardín Americano es uno de los creados con motivo de la celebración de la Exposición Universal de 1992 de Sevilla. Este jardín, único a nivel nacional por su contenido exclusivo en especies americanas, se encuentra ubicado en la Isla de la Cartuja de Sevilla, en el entorno del Parque Científico y Tecnológico. Está delimitado por la Dársena del río Guadalquivir y el Camino de los Descubrimientos en su orientación este-oeste y se extiende desde el Auditorio de Rocío Jurado hasta el pabellón de la Navegación en su eje norte-sur. Ocupa una superficie cercana a las tres hectáreas.
El Jardín Americano, de diseño paisajista, está estructurado en distintos parterres de formas irregulares junto a una red de caminos y senderos de tierra y empedrado que lo recorren en toda su extensión. Está dividido en distintos espacios según el tipo de vegetación que presenta: el Umbráculo, con una superficie de 1.700 m2, está formado por lamas de madera que están dispuestas de forma que favorece el sombreado necesario que requieren ciertas especies tropicales y subtropicales; el Jardín de la Esclusa, con una instalación afín de carácter didáctico; el Jardín Acuático se localiza en un lago que conecta con el río a través de un sistema de cascadas; el Jardín de Ribera, que discurre por la orilla del río; el Jardín de las Palmeras; el Jardín de las Cactáceas y Plantas Crasas; el Muro Ajardinado, cubierto por especies trepadoras; el Jardín de la Pasarela y las Pérgolas son estructuras de soporte para plantas colgantes que aportan sombra.
Además de estas zonas ajardinadas, se pueden distinguir:
- La Pasarela Fluvial, que es una estructura flotante de 400 m de longitud.
- El Carril Bici y Peatonal, que recorre el jardín desde el Pabellón de la Navegación hasta el Auditorio.
- El Lago Ciaboga, con una lámina de agua de superficie cercana a los 4.000 m2 y conectado con el cauce del río por un sistema de Cascadas.
- El Aula Bioclimática, modelo singular de la aplicación de las tecnologías ambientales en la construcción.
En el Jardín Americano se aumentó la diversidad vegetal desde las obras y actuaciones de recuperación iniciadas en 2007 hasta el año 2012, alcanzando aproximadamente unas 400 especies de árboles, arbustos y herbáceas, mediante adquisiciones y donaciones altruistas.
Desde su reapertura al público el 11 de abril de 2010 se han organizado numerosas actuaciones de carácter educativo, científico, cultural y recreativo a través de los proyectos puestos en marcha por la Fundación Naturalia XXI, que fue constituida por el Ayuntamiento de Sevilla, Junta de Andalucía, Universidades, Diputación y otras entidades para impulsar su desarrollo y el de otros espacios infrautilizados como los Jardines del Guadalquivir, Pabellón de la Naturaleza, Pabellón del Futuro… que en la actualidad siguen cerrados al público y sin ningún proyecto previsible de utilización.
Más de 600 centros escolares, asociaciones, grupos organizados y visitantes en general se acogieron a los numerosos programas de visitas, talleres, jornadas, encuentros y actividades ambientales y culturales celebradas hasta finales del año 2012 en el Jardín Americano, estimándose en alrededor de 200.000 personas las que visitaron y utilizaron dichos espacios.
La retirada del apoyo del Ayuntamiento de Sevilla a la Fundación Naturalia XXI y la extinción posterior de la misma originó la suspensión de todos los programas de uso público que se realizaban. La promesa de la Delegación de Medio Ambiente municipal de asumir las funciones que ejercía Naturalia XXI ha sido incumplida fehacientemente, estando los Jardines Americano y del Guadalquivir abandonados a su suerte y carentes de actividad alguna.
Por otro lado, la falta de vigilancia y las labores deficientes de jardinería que se realizan en el Jardín Americano y del Guadalquivir han originado hoy día una nueva y sustancial pérdida de especies vegetales así como la degradación de estos espacios (instalaciones rotas, suciedad, abandono,…) que amenazan con dilapidar los nueve millones de euros invertidos en su recuperación, además de privar a los sevillanos de una de sus joyas ambientales y paisajísticas más singulares.
