Queremos Puerto, ha propuesto reducir el organigrama municipal a cuatro grandes áreas de gestión más acorde con una ciudad del siglo XXI. Una de estas áreas, es la de gestión de la asistencia ciudadana con dos directrices básicas.
La primera, la del compromiso social de asistencia a las necesidades vitales de los portuenses que en estos momentos se encuentran en una posición más desfavorecida, y la segunda, el compromiso social de favorecer el desarrollo integral como ciudadanos de El Puerto.
Dentro de esta segunda directriz, es en la que proponemos establecer una gran diferencia entre el término “subvención”, con una carga ideológica subjetiva en el sentido de la “Administración está obligada a..”, y reemplazarla por el concepto “inversión en los ciudadanos” que a juicio de Queremos Puerto, es más acertado. La Ley General de subvenciones establece varios requisitos para la concesión de las mismas.
Uno de ellos es que la entrega dineraria se realice sin contraprestación directa de los beneficiarios y la segunda es que se otorguen a favor de personas o entidades públicas o privadas, para fomentar una actividad de utilidad o interés social o para promover la consecución de un fin público.
Queremos Puerto, en el ámbito de subvenciones municipales, invertirá en proyectos de utilidad social publica/privadas que retornen a un amplio segmento sociedad portuense.
Evidentemente, la contraprestación dineraria de estas inversiones, no se van a medir en términos de eficiencia económica, sino que deben tener un reintegro a la sociedad en forma de desarrollo integral de los portuenses, de manera que fomentando los valores sociales de actividades como el deporte, cultura, educación, entre otras, consigamos una sociedad portuense sustentada en valores como el respeto, la solidaridad, la igualdad, la responsabilidad social, la convivencia, el civismo etc.
Queremos Puerto propone “otra forma de hacer política”, basada en un proyecto de gestión, y como tal, tenemos la obligación de ser muy escrupulosos y responsables en la gestión de los recursos económicos públicos que se generan de los impuestos de todos los portuenses.
Esta fuerte convicción nos llevará, en el capítulo de las inversiones en los ciudadanos, a establecer criterios objetivos y no arbitrarios en su concesión, para eliminar de una vez por todas las subvenciones clientelares de naturaleza discrecional que usan los partidos de gobierno para retroalimentar su beneficio propio y no los intereses generales de El Puerto.
Estamos convencidos que los portuenses se sentirán satisfechos, con el uso que planteamos de sus recursos económicos públicos, con nuestra propuesta de invertir en proyectos de amplio retorno a la sociedad, con el objetivo prioritario de conseguir que El Puerto que todos Queremos, sea una ciudad socialmente responsable.