Dicen que solo 1 de cada 10 andaluces vió el debate de ayer. A mí me parecen muchísimos. He de confesar que en mi casa hicieron uso de sus derechos sobre el mando y solo ví pinceladas. Y hoy no he podido oír absolutamente a nadie comentarlo siquiera. Sinceramente ya ese tipo de programas no le interesan absolutamente a nadie más que a los políticos que se miran ellos mismos.
En lo poco que ví, tuve que oír como todos al final prometían bajar los impuestos. Y un….que diríamos normalmente.
Seguimos soportando un absurdo Impuesto de Sucesiones en nuestra tierra por ejemplo, que es claramente contraproducente en una Andalucía que necesita especialmente medidas de protección de la empresa familiar y en la que este impuesto se convierte en una losa que hace años eliminaron comunidades como Navarra o Madrid. Allí no se paga un euro y no van precisamente peor que nosotros.
Aquí puede ser tu ruina por falta de liquidez y a la tumba la empresa de tus padres y tu herencia.
Y ayer Rajoy dice en Colombia que va a estudiar rebajar el IVA cultural porque se está ya creando empleo, cuando es justo al contrario: si hubiera rebajado esos impuestos habría ido más gente a los espectáculos y se habría creado más empleo en ellos y más cultura en general. Que no subvencionen nada, pero que no los graven de forma innecesaria.
Como mis recurrentes tasas judiciales, en que nadie me podrá explicar porque se favorece la tutela judicial efectiva ahora haciendo que no pague tasas una persona física si por ejemplo quiere cerrar una venta de su vecino y sí ha de pagarlas una sociedad para que los Juzgados le amparen en que le paguen una deuda que puede suponer su supervivencia y la de numerosos puestos de trabajo. Lo que está claro es que no se crearon para otra cosa que para recaudar y vinieron a cercenar un derecho tan fundamental como la tutela judicial y si los políticos fueran coherentes reconocerían de verdad que solo cabe eliminarlas sin paños calientes porque el derecho está por encima de los dineros.
Pero la verdad es que todo responde a política y elecciones y ya estamos otra vez instalados en ello. Y luego pasarán las elecciones y en vez de cumplir y rebajar impuestos cuando las ganen, nos volverán a timar y solo oíreemos de ello cuando se convoquen de nuevo.