La tribuna de El Puerto

Adiós

Dar las gracias a todos por tanto, y dejándole las demandas y los argumentos a los demás

Publicado: 08/05/2020 ·
12:22
· Actualizado: 08/05/2020 · 16:59
Publicidad Ai Publicidad Ai
Autor

Viva El Puerto

La redacción de Viva El Puerto analiza el panorama social y político de la ciudad para que estés al tanto de todo

La tribuna de El Puerto

Una ventana de opinión abierta a la actualidad portuense. El análisis más acertado de lo que ocurre en la ciudad

VISITAR BLOG

Francisco Aurelio Dávila Rosso

Decir adiós. Como nos enseñó el poeta capitán veneno, preparando una despedida para ser nosotros quienes tomemos las riendas de nuestra retirada. Saber cuando el final está llegando y tener la capacidad de decir adiós sin miedo, con contundencia. Podemos irnos sin despedirnos, pero a algunos nos parece una falta de educación y también podemos decir un hasta luego aún sabiendo que no volveremos.

Podemos decir adiós mil veces y volver una y otra vez y fallar a nuestra palabra. Volver porque sí, porque nos da la gana, porque nos lo pide el cuerpo igual que nos pidió un día que nos fuésemos, que nos retirásemos a descansar, que dejásemos de hacer eso que tanto nos gusta o que desapareciesemos ,que nos escondiesemos para  no ser encontrados ni por nosotros mismos y resetear la mente o poner en marcha una venganza contra los demás o contra nuestros sentimientos o impulsos creativos.

Como el emigrante que se marcha con la esperanza de volver y defraudado por su sistema, el torero que se retira, el poeta que aparca su escritura, el pintor que guarda sus brochas o el enfermo que espera una recuperación sabiendo que quizás no llegue nunca. Adios. Así tal cual, sin explicaciones, con o sin miedos, dando las gracias a todos por tanto, y dejándole las demandas y los argumentos a los demás.  

Dejando tras de uno mismo , todo lo que ha hecho, lo mucho o lo poco que haya querido regalar a los demás en forma de arte, de trabajo, de ilusión, de tiempo. Poder decir que nos fuimos porque sí, porque nos dio la neura, porque un día nos despertamos diciendo se acabó y cerramos la puerta. Al principio, en los comienzos o a mitad o en lo mejor del camino o al final de él. ¿Qué más da? ¿Sentiremos la necesidad de regresar inmediatamente, el impulso de reaccionar ante los estímulos creativos del entorno? Puede que sí.

También puede que nos acostumbremos a no estar, a decirnos a nosotros mismos y disfrutar en soledad lo que antes hacíamos público para entretenimiento del prójimo y descarga emocional nuestra, ¿por qué no prescindir de una parte? ¿Por qué no volver a crear sólo para sí mismo, como cuando niño? Ni tan quisiera confirmo que ésto sea una despedida ni una retirada, tampoco lo desmiento. Hoy, simplemente, quise hablar del adiós, por si un día la vida o la muerte me impiden decirlo y peco de maleducado.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN