Miguel Pérez de Yrigoyen, abogado
Dice una conocida maldición popular, “pleitos tengas y los ganes” en clara referencia a que enredarse en pleitos, aun con desenlace favorable, suele ser motivo seguro de ruina. Y en eso estamos ahora mismo en nuestra Ciudad, en la absoluta ruina urbanística, con la reciente Sentencia dictada por el TSJA de Sevilla anulando ÍNTEGRAMENTE el PGOU municipal.
Algunos agoreros alertaron, desde el momento de su aprobación, sobre los gravísimos defectos que tenía el documento aprobado en su día, y a algunos nos tacharon de “nenes recién llegados al urbanismo” cuando hace diez años advertimos públicamente de las debilidades del documento y de la posible, y más que previsible, anulación judicial del mismo. ¿Y ahora, qué?
Pues ahora, cuando esta Sentencia devenga firme, bien por no interposición del recurso de casación, o bien porque se dicte Sentencia en el recurso de casación que se interponga -que mucho me temo confirmará la Sentencia del TSJA pues hay precedentes similares- nos tendremos que poner manos a la obra para tener un documento urbanístico, que nos permita progresar y crecer como ciudad.
No es momento de buscar culpables en grupos de Whatsapp, es momento de que TODOS los partidos políticos, y agentes sociales involucrados, tengan visión de CIUDAD y avancen juntos en dotar al municipio de seguridad jurídica y de un planeamiento definitivo. La ciudad lo demanda y lo necesita, y quien no lo vea así no merece estar en el Salón de la Plaza Peral.
La anulación del PGOU supone, para que lo entendamos todos, su desaparición y la irremediable vuelta al planeamiento anterior, que en El Puerto de Santa María data del año 1.992, y la nulidad – “en cascada” decimos los que nos dedicamos al derecho - de todos los instrumentos de desarrollo que se han dictado en desarrollo del PGOU anulado, también de los ya aprobados de las ARG de nuestro municipio, que habrá que analizar en profundidad caso por caso.
Esta anulación nos afecta a todos, afecta a la familia con una vivienda en Los Perales y cuya regularización vuelve a quedar frenada al no haber plan general, afecta al vecino de la Calle Espelete que quiere rehabilitar su casa y que ahora ni tiene Plan ni Prepiche, afecta a los profesionales que nos dedicamos al urbanismo que tenemos que explicar a nuestros clientes otro nuevo frenazo y afecta a los futuros proyectos inmobiliarios en la ciudad, que ahora buscarán otros lugares para invertir en el corto plazo.
Otros municipios como Chiclana de la Frontera, Bormujos, Marbella o Jaén han sufrido recientemente la misma maldición judicial, la de tener pleitos y encima perderlos, les han anulado el planeamiento y han sabido adaptarse a las circunstancias con modificaciones puntuales del anterior PGOU, como el caso de Jaén, o con elaboración de una revisión y adaptación del PGOU anterior, como el caso de Marbella. Algo similar habrá que hacer en El Puerto, y mejor más pronto que tarde.
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