Miguel Mena Muñoz
Se acercan las elecciones andaluzas. Comienza el desfile de medios de los partidos políticos. Con el CIS y demás baremos y encuestas para manipular. En realidad todo ello sumado a la poca independencia política que tienen los grandes medios de comunicación de nuestra tierra y nuestro país, sumado al como somos aquí en Andalucía… En realidad este tema es nacional también.
Creo que somos pocos y hemos sido menos aún, los que alguna vez han votado por convicción en un proyecto. Seamos realistas, aquí la mayoría de ustedes, inclúyanme si así lo desean, no votan por convicción. Aquí en España somos muy de una cosa o de la otra. O eres del Real Madrid o eres del Barça, del Betis o del Sevilla, o te gusta la pizza con piña o la detestas. Con la política igual. O eres de izquierdas o eres de derechas. ¿Y el siglo XXI “pa” cuando?
No se vota con convicciones plenas, se vota más contra el contrario. Para joder al contrario. Un claro ejemplo, Andalucía. Más de cuatro décadas de PSOE. Tenemos en el “trono” a “Susana Díaz, de la casa socialista, legítima heredera del PSOE de los ERES, legítima presidenta del parlamento y cámara de ladrones, protectora de las ocho Provincias, Madre de las falsas alianzas, la Khaleesi de los barones de su partido, la que no miente, rompedora de Encuestas".
No sé si irrumpirá alguna nueva fuerza política en nuestro parlamento, pero lo que estoy seguro, es que en términos de gobierno si que nos quedaremos igual. El PSOE tiene la ventaja de poder usar a C´s o Podemos de muleta para perpetuarse en el “Trono” .Aquí no hay huevos de castigar la corrupción, no sea que ganen “los fachas o los perroflautas”. Por desgracia la gente de mi generación no tiene inquietud ninguna, y no conocen otra opción más allá del bipartidismo viejo (PP-PSOE) o el bipartidismo nuevo (C´s- Podemos).
Hace poco falleció Stan Lee. En la historia de uno de sus personajes más icónicos, Spiderman, este recibió una gran lección de su tío Ben Parker, que en un momento dado le aconsejo diciéndole: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Cita que debería haber trascendido de las aventuras del trepa muros, a la conciencia de toda mi generación.
Pero no. Políticamente parece como si hubiésemos heredado todo de las generaciones anteriores tal cual, sin cambios, como si estuviese en nuestro código genético. Muchos andaluces de mi generación harán lo mismo este diciembre. Votarán y si votan, que ese es otro tema, a que no salgan los de izquierda si le gustan las procesiones, los toros y el Rocío, o a que no salgan los de derecha, si se es antitaurino, republicano y ecologista. ¿Leer los programas electorales? Por desgracia todo lo que no sea aparición en televisión no llega a la mayoría de la gente.
Yo invito a darse el gusto a la gente de mi generación. Vota con convicción, vota con ideas compartidas y no contra ideas contrarias. Un vistazo a los programas electorales y las propuestas, infórmate de quienes han jugado a enriquecerse y robado el dinero público (tú dinero también).
Y recordad que nuestro voto es un gran poder. Ejerzámoslo con responsabilidad. Busca un pequeño partido, de esos que no han decepcionado aún porque no han llegado a la silla, dales tu confianza, si te decepcionan cuando se sienten en la silla, no les votes más. Así de sencillo. Y si en casa te quedas, que sepas que rechazas ejercer ese poder, pero la responsabilidad, esa es ineludible. Sino que le pregunten a todos esos jóvenes que se quedaron en casa en Reino Unido, condenados a no ser europeos, al libre comercio y la libre movilidad por Europa por no acudir a votar contra la salida de la Unión Europea. Durante los próximos años, esa generación de los 80s y 90s, seremos más que nunca, directamente responsable de los éxitos y fracasos de nuestro municipio, nuestra tierra y nuestro país. Es la hora de que al fin, una generación dormida y pasiva, cobre un papel protagonista y exijamos a la clase política, que nos devuelvan todo aquello por lo que lucharon nuestros padres y abuelos que estamos poco a poco perdiendo, que desmonten los chiringuitos políticos (Diputaciones, Senado y embajadas autonómicas, entre otros) y reformemos este estado insostenible a todos los niveles. Y mezclo la política autonómica, local y nacional, porque estas elecciones andaluzas no son más que el pistoletazo de salida de muchos juegos de tronos que se avecinan.
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