La política es capaz de voltear una irresponsabilidad y venderla a su vez como una apuesta por solucionar un problema y con la misma flema justificadora. Una foto para venderlo y otra para comprarlo. El caso del Centro de Protección Animal retrata perfectamente la desastrosa gestión realizada por Medio Ambiente y de las consecuencias económicas que arrastra ante la nula responsabilidad asumida por parte de las autoridades municipales.
Un dinero público arrojado a la papelera y en el que nadie parece asumir su culpa y ni mucho menos pedir disculpas. Pasar página y a otra cosa. Ahora se anuncia que los Presupuestos -los que no existen todavía en pleno mes de junio y casi dos años tarde-, que estos serán “los más animalistas”. Tal cual.
Un despilfarro y un anuncio de intenciones a la par por el que con un proyecto ya iniciado y ubicado, hay que añadir en esta nueva etapa otros 15.000 euros para la contratación de la redacción del proyecto de construcción. Suma y sigue.
Con el adiós del concejal Antonio Chacón se cerró una etapa en un área que busca ahora resarcirse del grave error cometido en el que casi 200.000 euros no sirvieron sino para malgastar una partida y un proyecto encaminado. Dentro de las promesas y de la corriente “animalista” dada al pseudo presupuesto, habría que esperar también la playa canina, que igualmente se quedó por el camino aunque ésta sin tener que lamentar ningún cargo al contribuyente.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es