En los veranos, cuando el mundo aparenta girar más lentamente y el número de noticias se reduce, un curioso fenómeno parece apoderarse de los medios informativos, haciendo que asuntos de escasa trascendencia y hechos no probados terminen convirtiéndose en noticias a las que solemos llamar serpientes de verano.
En los últimos años, la persistencia de una actualidad cada vez más desagradable y la adopción del modelo online por los medios de comunicación, han hecho peligrar el tradicional aspecto de estos reptiles informativos, a la vez que la información procedente de las redes sociales (especialmente Twitter) invade las redacciones y genera un tipo de noticias que – como sucediese con las serpientes de verano – están llegando al público sin superar convenientemente el filtro ortodoxo del periodismo.
Pero lo cierto es que tanto las noticias veraniegas, como las procedentes de las redes sociales, suelen tener un recorrido cortoplacista en los medios, apareciendo brevemente para terminar enterradas entre las noticias más frescas y actuales que continúan llegando.
Lo malo del asunto es que las personas que las siguen pueden sufrir una intoxicación informativa, consecuente a tamaña cantidad de datos inútiles, tonterías, y hasta mentiras.
Al hilo de lo anterior, Alfons Cornella, destacado experto en innovación, señala que cada vez será más fácil que nos manipulen en Internet, para colarnos informaciones carentes de calidad, dada la facilidad con la que se puede crear información falsa en la Red y la avalancha de datos disponibles (solo la mitad pueden considerarse válidos).
Así pues, para gestionar bien el conocimiento deberemos ser muy restrictivos con la información recibida, para lo cual es fundamental tener un espíritu crítico que nos permita cuestionarla.
La medusa es un animal acuático casi transparente, cuya solitaria figura hemos podido ver tirada en la orilla de cualquiera de nuestras playas; hoy día, esos animales forman grandes y peligrosas bandadas capaces de impedir que disfrutemos de esas mismas playas.
Durante años, las serpientes veraniegas han sido noticias solitarias y generalmente poco creíbles, atribuibles en su mayoría al vacío informativo; hoy día, muchas noticias de este tipo aparecen en los medios (no solo en verano) escondidas entre las muchas que se producen, formando grupos que – como los de las medusas – pueden impedir que disfrutemos plenamente de la información.
Tal vez haya llegado el momento de cambiar la tradicional y simpaticona expresión “serpiente de verano”, por la más actual y menos agradable “medusas del verano”.
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