La Pasión no acaba

Gomillas de Esperanza

Es muy joven para haberle regalado al mundo esa cátedra de amor que todavía huele hoy a trementina recién plasmada sobre la piel de sus devociones...

Publicado: 15/01/2020 ·
21:25
· Actualizado: 15/01/2020 · 21:25
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  • El cartel. -
Autor

Víctor García-Rayo

El periodista Víctor García-Rayo es el presentador y director del programa La Pasión de 7TV Andalucía

La Pasión no acaba

Dedicado al alma de

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Es muy joven para haberle regalado al mundo esa cátedra de amor que todavía huele hoy a trementina recién plasmada sobre la piel de sus devociones pero tiene las vivencias necesarias para saber lo que significa esperar y amarrar la vida a una certeza absoluta. Lo ha clavado, lo ha pintado, lo ha soñado.

El cartel que ha firmado Carlos Peñuela para el pregón universitario es un capítulo de amor infinito encuadernado con el hilo de la mayor y más relevante de las sentencias sevillanas. Aquí se cree en el Evangelio y sabemos que la muerte ha de ser buena. El artista ha repartido sus estampas sobre la cubierta de una carpeta porque tiene aprendido que para entrar en la Universidad de Sevilla -o para acceder a la gloria de María- hay que pasar por debajo de un arco. Se ha colocado la carpeta debajo del brazo y le ha explicado al mundo entero cómo ha de vivir un alumno de esta tierra las clases de humildad que imparte la Virgen. La primera lección -Carlos lo sabe- es que una angustia puede ser tan hermosa como el jardín más exuberante del Universo. Y fugaz, y tremendamente bella.

Carlos ha sacado el corazón de su pecho para llevarlo a las aulas del día a día, para acudir a las tutorías con el jefe de estudios de la ciudad por el camino más corto. Lo ha hecho en silencio. Pintura madre y maestra, rectangular la papeleta, como rectangular es un paso y rectangular la carpeta. Su cartel es como asomarse a ver pasar la Centuria Romana Macarena desde un cuarto piso. Parecen las plumas blancas un rectángulo perfecto, pero en movimiento, desplazando blancura acompasada por las calles de la ciudad más hermosa del mundo.

El cartel es un cartelazo, un anuncio como de tiza y tisú cuya grandeza reside en la sencillez, en las cartas boca arriba, en el alma boca abajo. El artista parece estar acudiendo a la llamada de la pizarra de la cuaresma y ha convocado a la elegancia para poner de acuerdo a todos los tramos que revisten su mesilla de noche.

Dicen que en Sevilla estamos locos de atar. Es cierto. Por eso nuestros artistas atan los cabos, amarran las quillas a puerto y hacen ondear las banderas de la fe con esta categoría, con esta elegancia, con esta puesta en escena deliciosa que nos regala Peñuela. ¡Cómo no vamos a estar locos de atar si Carlos acaba de amarrarnos el corazón con gomillas de Esperanza!

No sé si el secreto es la fe, el talento, la presencia delante de la Señora de San Gil o una mezcla de tantas grandezas y suertes que corre el autor de esta joya. Pero me han dado ganas de volver a clase con esa carpeta y he querido regresar al viejo patio, que también era un rectángulo. Por eso quiero forrar este artículo y marcharme a la puerta de aquel colegio en el que ya no me espera mi padre. Porque se fue para siempre con la Esperanza cerrando con sus gomillas la carpeta de mi alma.

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