Es cierto y verdad que algunas veces nuestro Ministro de Exteriores no anda muy fino con respecto al tema de Gibraltar y la sensibilidad está a flor de piel con este tema del “brexit” por lo que hay que tratar de tranquilizar a todos y buscar medidas que palíen, de alguna manera, los efectos que en un futuro ya muy cercano pueda acarrear la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, porque Madrid está muy lejos. Y más lejos aún está Londres. La Junta de Andalucía ha dado un primer paso importante con las medidas anti brexit. El Gobierno central no concreta , todavía, sus medidas pero hay un memorandun en el que se mantendrían las condiciones de la verja.
Pero, ahora, el Gobierno de Boris Johnson, advierte a Gibraltar de que un Brexit caótico provocará una interrupción del suministro de mercancías y retrasos de más de cuatro horas en la circulación de personas en la frontera.
Estas advertencias aparecen en la denominada 'Operación Martillo Amarillo', el plan de contingencia para un Brexit duro que el Ejecutivo británico ha publicado, como le había reclamado el Parlamento y que ha publicado Europa Press. En él se alerta sobre una interrupción en el traslado de alimentos, medicamentos y el transporte transfronterizo de residuos, así como el paso de trabajadores, residentes y turistas al otro lado de la frontera de Gibraltar.
Además, los servicios transfronterizos y el flujo de datos también se verán afectados.
No lo creo en absoluto pero tienen que enterarse que el problema lo tenemos aquí con 10.000 trabajadores que van todos los días a Gibraltar, las muchas empresas de la comarca cuya cartera de trabajo depende también de Gibraltar o la propia Universidad . Pero, ¡Ojo!, igual o peor lo tendrá Gibraltar porque depende en gran medida también de nosotros y del turismo que le aportamos, además de proveedores, etc, etc.
Por lo tanto, tenemos que hacer un esfuerzo, todos, para que esa cooperación siga funcionando. Sin provocar alarmas sociales pero con una cooperación por ambas partes. Puentes de ida y vuelta.
Ya no estamos en los años sesenta. Puente en condiciones de igualdad, porque, como digo, tanto Madrid como Londres, están muy lejos.
No es el momento de provocaciones, es el momento de tener altura de miras. No le importamos a nadie, ni a Madrid ni a Londres. Ni con Gibraltar ni con las comunicaciones ferroviarias ni con nada que signifique Campo de Gibraltar o Gibraltar. Así que nada de alarma social, presión a Madrid y esperar la dimisión de Boris Jhonson que se puede producir ya mismo. El memorandun hay que cumplirlo y los planes integrales para la comarca también.
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