Hablaba hace poco con una buena amiga a la que la vida le ha enseñado la puerta de salida, aunque ha podido darle esquinazo, sobre el miedo a morir. Yo les confieso que no tengo mucho miedo a morir, lo que sí tengo es miedo al dolor. Pero sobre todo tengo pánico a la muerte de las personas que amo. Esto no es bondad, es pura cobardía, y de nuevo miedo al dolor. Un círculo detestable. ¿Pero es la inmortalidad la solución? La muerte es parte de la vida, de hecho, es lo que da sentido a la vida. Y como decía Chumy Chúmez, “si hubiera un solo hombre inmortal sería asesinado por los envidiosos”.
Sobre inmortalidad escribe Alejandro Navarro en su libro “La ciencia de la inmortalidad”. ¿Qué secretos esconde el fantasmal cadáver de la Dama Dai? ¿Existe algo de verdad detrás de las viejas leyendas sobre los vampiros? ¿Quién era el enigmático conde de Saint Germain? ¿Encontraron los conquistadores la fuente de la juventud? ¿Hay animales que, en lugar de envejecer, rejuvenecen? ¿Dónde están las «islas de la longevidad»? ¿Es posible encontrar una píldora para la inmortalidad? ¿Cuáles son los últimos avances en biología del envejecimiento? ¿Tiene futuro la criogenia? ¿Estamos todos destinados a ser cyborgs?
Estas y otras muchas preguntas son contestadas en este fascinante libro, en el que el autor recorre un camino de cinco mil años donde la humanidad ha intentado encontrar la respuesta a la mayor obsesión de todas: ¿es posible burlar a la muerte y prolongar indefinidamente la vida?
Desde las viejas tumbas egipcias a los laboratorios de regeneración celular, el autor de El científico que derrotó a Hitler, El secreto de Prometeo y Los vikingos de Marte nos cuenta el asombroso relato de la búsqueda de la vida eterna por parte de nuestra especie, una historia plagada tanto de engaños y supersticiones como de sorpresas y esperanzas. Por él desfilan emperadores megalómanos y conquistadores codiciosos junto con extraños animales, ingeniosos científicos y personajes legendarios que en su día gozaron del aura de la inmortalidad.
En fin, es muy posible que, en este preciso instante, en un laboratorio de vanguardia alguien esté dando con la tecla para que vivamos usted y yo muchos más años de los que en este momento somos capaces de imaginar.
