Grupo Q ha iniciado ya la comercialización del edificio Terrazas del Sol, que en la calle Pizarro vendrá a sustituir a la antigua bodega Don Gerardo, de la extinta Zoilo Ruiz-Mateos, perteneciente en su día al holding Rumasa.
Esta operación profundizará en el proceso de renovación estética que viene experimentando esta zona de la ciudad en las últimas décadas, después de que previamente fueran derribadas otras construcciones de similares características en la confluencia entre la avenida Duque de Abrantes y la propia calle Pizarro.
En este caso, el casco bodeguero que desaparecerá de la trama urbana ocupa la manzana comprendida entre la calle Pizarro, la avenida de los Marianistas y la Hijuela de la Zorra, en dirección hacia el denominado Parque Sandeman.
Se trata por tanto de un casco bodeguero de notable envergadura sobre el cual se levantará un moderno edificio de cuatro plantas de altura que dará cobido a 77 viviendas de uno, dos y tres dormitorios con amplias terrazas y plazas de garaje.
Todo ello se completa con una piscina infinity y el correspondiente solárium en la cubierta del edificio.
Los promotores destacan el buen emplazamiento del edificio, que se encuentra “perfectamente comunicado” y dispone de “una gran oferta de ocio, transporte, colegios y centros deportivos a menos de diez minutos a pie”.
“Elevada calidad y diseño” son otros de los reclamos con los que el grupo inmobiliario pretende despertar el interés de su potencial clientela, a quienes presenta además recreaciones virtuales del aspecto estético que tendrá tanto el exterior del edificio como sus zonas comunes e interiores.
Todas esas imágenes ponen de manifiesto que el casco bodeguero desaparecerá de la trama urbana de esta zona de la ciudad, sumándose de este modo a otros que han corrido igual suerte en las últimas décadas.
En el caso de la calle Pizarro el planeamiento urbanístico permite el derribo esas antiguas construcciones bodegueras, como de hecho ya ocurrió en la confluencia con la avenida Duque de Abrantes.
Pero no siempre se actúa del mismo modo. Sin ir más lejos, el pasado mes de diciembre el Pleno municipal probó de manera definitiva la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) que permitirá la construcción de un centenar de viviendas en el antiguo complejo bodeguero de La Riva, situado entre las calles Arcos y María Antonia de Jesús Tirado, frente a Pío XII, una iniciativa que contó con el respaldo de todos los grupos políticos.
La modificación puntual del PGOU solicitada por el promotor va a permitir otras formas de intervención en estas naves catalogadas, que sin alterar su grado de catalogación serán destinadas a viviendas.
Sin embargo, la especial protección que existe sobre estas edificaciones históricas obligará a conservar la estructura de los cascos bodegueros.
De este modo, las viviendas quedarán en el interior de esas edificaciones, siguiendo el ejemplo de otras promociones de características similares existentes en la ciudad.
Además de la construcción de esas viviendas, el Ayuntamiento de Jerez recuperará dos calles integradas en el antiguo complejo bodeguero que ahora son de uso privado y dispondrá de nuevas zonas verdes, en un caso que el teniente de alcaldesa de Urbanismo, Infraestructuras y Medio Ambiente, José Antonio Díaz, puso entonces como ejemplo de colaboración entre los sectores público y privado, ya que entre otras cosas “favorece el desarrollo de nuevas intervenciones en el centro histórico que se traducirán en actividad económica y en empleo”.
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