¿Qué piensan ustedes acerca de la noticia que se esperaba y se ha confirmado acerca del pago de las fianzas de los independentistas catalanes con dinero público? Pues lo mismo que yo, que vaya negocio para las contribuyentes españoles que con sus impuestos deben cubrir estas fianzas.
Ya me parece grave que el Tribunal de Cuentas hubiera impuesto fianzas a los treinta y cuatro cargos anteriores por la acción exterior de la Generalitat realizadas entre los años 2011 y 2017. Siempre se habla de la transparencia y el destino adecuado de los fondos públicos pero, en este caso, es sangrante el fin para el que se ha destinado ese dinero público en estos años.
Así que, se garantice con dinero público su devolución es doblemente grave.
Esto es lo que ha explicado en la sesión de control el Gobierno de Cataluña
Y la cantidad no es mínima, las fianzas impuestas por el Tribunal de Cuentas ascienden a 5,4 millones de euros, y la decisión de recurrir al ICF finalmente se ha tomado después de que la Generalitat no encontrara ninguna entidad financiera dispuesta a avalar el fondo impulsado por el Govern. Es decir, ningún banco avala este tipo de cuestiones.
Entonces, ¿por qué las tenemos que avalar los ciudadanos con nuestros impuestos?
Lo mejor de todo es la excusa que se ha puesto a la gente para enmascarar lo que es una auténtica barbaridad. Se dice que es para asegurar a los trabajadores. ¿No les suena esto de otras ocasiones? Siempre los trabajadores y el mantenimiento del empleo ha servido para exculpar este tipo de cuestiones.
Lo de Cataluña ya empieza a ser alarmante. Es la señal de que la ley no es igual para todos. Si un ciudadano incumple las normas debe afrontar las consecuencias de ello y abonar las multas o los reintegros correspondientes. Todo ello al margen de otras consecuencias legales que pueden tener determinadas actuaciones.
En Cataluña no pasa nada para algunos, se ofrecen indultos y si hay que abonar alguna fianza, ésta se avala con dinero de todos los catalanes.
Ya está bien de este tipo de cuestiones que no nos llevan a la solución del problema de fondo. Miren, si ustedes le dan todo a sus hijos éstos les van a exigir cada vez más y cuando no puedan cumplir sus deseos se verán en una auténtica tesitura. Pues con esto pasa lo mismo. Se está cediendo demasiado y llegará el momento en el que la cuerda se romperá y esto tendrá consecuencias para el conjunto del país.
Las normas, las leyes y las consecuencias de sus incumplimientos deben ser los mismos independientemente del lugar donde se cometan las irregularidades o los hechos susceptibles de los actos administrativos y, por supuesto, deben ser los mimos para quienes realicen estos hechos.
La igualdad que algunos pregonan también implica la del mismo trato ante la legislación vigente.
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